La Justicia declaró culpable a un individuo por acosar sexualmente a una adolescente en un edificio y lo condenó a tres días de arresto en suspenso. Además, se le impuso la obligación de asistir a un taller sobre violencia de género.

El caso se inició a raíz de la denuncia de la madre de la joven, quien afirmó que el hombre, cada vez que se cruzaba con su hija en el edificio, la miraba lascivamente, se le acercaba de manera inapropiada y le hacía comentarios de índole sexual tanto en la calle como en los espacios comunes.

La investigación, a cargo de José Sylvié, titular de la Fiscalía penal juvenil, contravencional y de faltas Nº 10, concluyó que el acusado había cometido la contravención de acoso sexual e intimidación, ambas agravadas por dirigirse a una persona menor de 18 años y basarse en la desigualdad de género.

Un testimonio crucial fue el de la víctima, quien, durante el juicio y en una cámara gesell, mostró angustia y nerviosismo, revelando que había tenido que modificar sus rutinas y su forma de vestir debido al temor que le generaba encontrarse con el agresor.

El Juez Pablo Casas, del Juzgado PCyF 10, respaldó los argumentos de la fiscalía y dictó una condena al hombre por acoso sexual agravado, considerando la desigualdad de género y en el contexto de violencia de género de tipo sexual, psicológica y simbólica, bajo la modalidad de violencia pública. La pena impuesta fue de tres días de arresto en suspenso, junto con la obligación de participar en un taller sobre violencia de género y cumplir diversas pautas de conducta, que incluyen la prohibición de acercarse o contactar a la menor y su familia.