Este miércoles, un contingente de 450 efectivos de refuerzo de las Fuerzas Federales arribó a la ciudad de Rosario, en respuesta a la escalada de violencia y terror que ha afectado a la población. Estos efectivos, sumados a los miembros de Gendarmería, Prefectura, Policía Federal y PSA que ya se encontraban en la ciudad, elevarían el número total de uniformados a más de 2 mil.

La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, había anunciado previamente la llegada de este refuerzo, que responde a la necesidad de combatir la creciente ola de delitos en Rosario. Según fuentes del gobierno nacional, estos efectivos se sumarán al Plan Bandera, que ya estaba en marcha desde los primeros días de enero, enfocándose en zonas exclusivas de intervención de las fuerzas federales.

Federico Angelini, subsecretario de Intervención Federal de la Nación, destacó que el plan se expandirá para abarcar cuatro zonas de intervención, incluyendo los barrios Ludueña, Empalme Graneros, Tablada, Las Heras, Barrio Municipal, Villa Manuelita, Triángulo, Moderno, Vía Honda, Barrio Banana y aledaños.

El despliegue incluirá puntos fijos de fuerzas federales en sectores estratégicamente seleccionados, con el objetivo de recuperar la paz y el orden en Rosario. Además, se contará con el apoyo logístico de las Fuerzas Armadas, que proporcionarán camiones, camionetas, vehículos de traslado de personal y helicópteros de la Fuerza Aérea y el Ejército Argentino.

El nuevo esquema de trabajo estará completamente desplegado en el territorio este jueves, siguiendo el plan elaborado por el Ministerio de Seguridad de la Nación y el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Santa Fe, en coordinación con las fuerzas de seguridad nacionales y provinciales.