El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) anunció este jueves la detección del primer brote de Encefalomielitis Equina en Mendoza, marcando un hito preocupante en la región después de 36 años sin registros de la enfermedad.

El brote fue identificado en la localidad de La Dormida, Santa Rosa, y se confirmó mediante análisis del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Castelar: "Equinos con síntomas nerviosos y mortandad dieron positivo a Alphavirus -Encefalomielitis Equina del Oeste" dijo el comunicado.

Autoridades del Ministerio de Salud provincial informaron a los medios locales que ya trabajan en el área para evaluar la situación y determinar las medidas necesarias. Se ha iniciado un relevamiento para identificar otros posibles casos y establecer si se requiere aislamiento y en qué magnitud.

El total de brotes confirmados a nivel nacional asciende a 1.229, distribuidos en 14 provincias, incluyendo Mendoza. Este es el primer caso registrado en la provincia en 36 años desde el año 1988, según datos del Ministerio de Salud.

La Encefalomielitis Equina del Oeste, transmitida principalmente por mosquitos Aedes albifasciatus, afecta tanto a caballos como a seres humanos. El virus se propaga en áreas rurales y puede transmitirse de animales a personas.

En Argentina, el brote epidémico se ha intensificado desde fines de noviembre, registrando casi 1.200 brotes en caballos y 12 personas infectadas. La preocupación se acentuó con la primera muerte confirmada el pasado fin de semana, un hombre de 66 años en Santa Fe.

Consultado por fuentes bonaerenses, el médico infectólogo Tomás Orduna, ex jefe del Servicio de Medicina Tropical y Medicina del Viajero en Hospital de Infecciosas F. J. Muñiz y miembro del comité científico de la Fundación Mundo Sano, detalló las características más importantes del brote actual de encefalitis equina que atraviesa Argentina y subrayó un dato clave: la enfermedad no se trasmite de humano a humano, ya que ni los caballos ni las personas “no son buenos amplificadores y dadores del virus”.

Por otro lado, el doctor Ricardo Teijeiro, médico infectólogo del Hospital Pirovano, consideró en diálogo con ese mismo medio que, hasta el momento y dada las condiciones que propician la transmisión de la infección, es poco probable que se produzca un gran brote en la población humana.

De las 12 personas afectadas, el 92% son hombres, mayoritariamente entre 30 y 70 años. Todos los pacientes con EEO necesitaron hospitalización, 7 ya fueron dados de alta y 4 permanecen internados en centros de salud. El hombre que falleció realizaba actividades recreativas en una zona rural y presentaba comorbilidades (diabetes).

El ex presidente de la Sociedad Latinoamericana de Medicina del Viajero, puntualizó que el vector de la enfermedad es “un mosquito barrero, los biólogos le dicen ´mosquitos de la inundación´, ya que en cualquier lugar donde se acumule agua sobre el pasto, en el campo, en una calle o en una ruta de tierra, en esos lugares donde hay desove de parte de las hembras, en cuanto aparece una lluvia importante -como ha ocurrido en los últimos tiempos, merced del fenómeno de El Niño- esos mosquitos hacen eclosión, generalmente de manera simultánea entre todos los lugares donde hay sitios de cría, y entonces aparecen los mosquitos en cantidades”.