La vacunación contra el Covid 19 en Argentina se ha acelerado en los últimos meses, producto de una gran llegada de vacunas, con el objetivo de inmunizar al pueblo y aminorar el impacto del virus en el país. Desde la llegada del primer cargamento de dosis, ya arribaron a territorio nacional unas 69.188.425 inoculantes recibidos.

 A pesar de que el país cuenta con un importante stock de vacunas, el Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF), le solicitó al Gobierno la devolución de 1,3 millones de Sputnik V del segundo componente, recibidas los días 12 y 17 de septiembre. El pedido fue notificado a las autoridades nacionales el pasado 23 del presente mes, y comunicado a los ministros de salud, el pasado lunes 27 mediante la reunión del Consejo Federal de Salud l (COFESA).

El motivo por el cual desde la RDIF querían las vacunas de vuelta, fue que las mismas no estaban aptadas para su aplicación. El periodista Camilo Cagnassi informó que el RDIF le notificó mediante una nota formal el 23 de septiembre al Ministerio de Salud, que dicho requerimiento se fundó en la necesidad de cambiar el etiquetado y rotulado del envase secundario de las dosis recibidas.

Desde la cartera sanitaria nacional aseguraron que los cargamentos que en la actualidad son noticia, con 1.311.755 millón de dosis de los embarques involucrados se encontraban en el depósito del Operador Logístico (Andreani) separadas en una especie de “cuarentena” o “pendiente”, como ocurre con todas las vacunas que ingresan al país hasta la aprobación final para su distribución y uso. Para esto se necesita completar la documentación del país de origen y su posterior evaluación de la ANMAT, por lo que en ningún momento se encontraron en estado de “disponible para su distribución y uso”, esto significa que el embarque permaneció siempre en el depósito central no habiendo sido enviado a ninguna jurisdicción.