Caso Paloma Gallardo y Josué Salvatierra: el único detenido declaró, pero su coartada tiene inconsistencias
El detenido tenía un “celular clonado” con el del adolescente asesinado. Negó cualquier vínculo con las víctimas, pero seguirá detenido porque no pudo explicar tres llamadas sospechosas.
Tras 15 días detenido, el único acusado por el doble crimen de Paloma Gallardo (16) y Josué Salvatierra (14) en Florencio Varela rompió el silencio y declaró ante el fiscal de la causa, Darío Provisionato. G.L., de 36 años, intentó despegarse de los hechos y de cualquier vínculo con los involucrados, pero su versión de los hechos presentó varias contradicciones.
El principal punto en su contra sigue siendo el teléfono Samsung A02 que lo llevó a prisión. El dispositivo fue rastreado hasta General Roca, provincia de Río Negro, donde G.L. fue detenido el 17 de febrero. En su declaración, el acusado aseguró que había comprado el teléfono en mayo o junio de 2024 a un vecino de la zona, pero que lo había mantenido apagado hasta agosto. Según su versión, lo utilizó solo unos días y luego lo guardó en su mesa de luz hasta el mes pasado.
Sin embargo, los peritos encontraron que el dispositivo tuvo actividad en noviembre, con llamadas y mensajes registrados los días 17, 18 y 19 de ese mes. Además, el acusado afirmó haber comprado el teléfono a través de Marketplace en Facebook, pero no pudo precisar el nombre del vendedor ni brindar más información.
Un dato que podría favorecer su defensa es que el celular adquirido por G.L. tenía una carcasa azul y sería el dispositivo original, mientras que el teléfono de Josué Salvatierra, de color negro, tenía el IMEI clonado. Así lo determinaron los peritos de la Policía Federal Argentina.
Sobre la clonación del IMEI, algunos expertos sostienen que no es posible modificar este código de 15 dígitos, que identifica cada equipo móvil de manera única a nivel mundial. Sin embargo, otras fuentes reconocen que existe una práctica delictiva poco conocida que permite la venta de códigos mellizos, a veces con la complicidad de empleados de empresas de telefonía.
Además, surgió otro dato que refuerza las sospechas: Omar Gallardo, padre de Paloma, tiene otra hija y una exmujer que viven en General Roca, la misma ciudad donde se rastreó el celular clonado. Esta conexión entre la ciudad patagónica y el doble crimen es una de las hipótesis que sigue la investigación. "En hechos como este, es difícil creer que todo se trate de una casualidad", afirmó una fuente cercana al caso.
En su declaración, G.L. negó conocer a las víctimas o a sus familias, incluidos los parientes que el padre de Paloma tiene en el sur. Hasta el momento, no hay pruebas que lo vinculen directamente con ellos.
Ante esta situación, la defensa del acusado solicitó al fiscal Provisionato que se morigeren las medidas en su contra y se le conceda prisión domiciliaria. Se espera que la semana próxima se realice una audiencia para resolver esta petición.