José Ricardo Ascárate, quien es el presidente de la Comisión de Familia de la Legislatura de Tucumán, vinculó el brutal crimen de Rocío Rojas  al mundo del narcotráfico, específicamente del “narcomenudeo”. Cabe recordar que se trata del crimen que comenzó con la desaparición de una menor de 4 años para luego encontrarse con un horror. Esto se debe a que fue abusada, asesinada, carbonizada y sus restos esparcidos en distintos puntos de la localidad.

En la reunión en la que analizaron el caso, allí introdujeron la hipótesis de “una venganza narco”. Sobre esto argumentan que tanto la madre como otros familiares de la menor tienen vínculos y causas por comercio de drogas. Lo que explicaron es que todo esto sucedía en presencia de Rocío, previo a que la Justicia le otorgara la tenencia a su madrina. 

Lo que indicaron es que la menor fue llevada " por una persona que no es de su vínculo familiar, junto con otros dos hermanos, de la casa donde viven y residen con su madre a un barrio donde está metido todo el narcomenudeo de Lules. La madre, que es narcodependiente, tiene también familiares que tienen relaciones y denuncias por contravenciones con estupefacientes. Estoy arriesgando, pero estamos ante una venganza narco”. Este fue el relato de Ascárate, en referencia a la nueva vivienda de la niña de 4 años.

Por lo que 3 menores fueron alejados de su madre biológica y entregados a la madrina aunque ella vivía en un peligroso barrio tucumano. Ante los precedentes es que investigarán las diferentes posibilidades del fatal desenlace.

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