El BCRA podría tomar préstamos del exterior para las reservas
La entidad canceló toda la deuda que tenía con el BIS y el Banco de Francia. Tiene todo listo para, de ser necesario, solicitar ese dinero que permita atemperar un golpe en las arcas oficiales si el país ingresa en default a fines de este mes.
Juan Carlos Fábrega, presidente del Banco CentralCrédito: Télam1 de 2Juan Carlos Fábrega, presidente del Banco Central
La intervención del Banco Central en este conflicto con los holdouts ha sido más que acotada. Según cuentan los que saben, Juan Carlos Fábrega -el presidente del Central- no está en la mesa chica de las decisiones en torno a cómo solucionar el litigio. Pero, así y todo, podría tener un papel para nada menor según el desenlace de esta historia.
Sucede que el BCRA canceló la totalidad de los préstamos que tenía con entidades internacionales como el Banco de Basilea (BIS) y el Banco de Francia. Esos préstamos superaban levemente los u$s3.000 millones. Tomar préstamos de bancos intenacionales es algo muy usual en el mundo de los bancos centrales. En este caso, es una especie de crédito contra dinero que el mismo BCRA tiene depositado en esas entidades (por ende con un reaseguro).
El BCRA utilizó este mecanismo en varias ocasiones. Usualmente lo hace cuando quiere mostrar una menor caída de reservas internacionales. Esto es así porque esos préstamos hacen subir contablemente el número de reservas del Central, si bien luego tienen que ser devueltas. El "maquillaje" a las reservas, hay que aclarar, no es novedoso. En la época de Martín Redrado al frente del Central, y por las "corridas cambiarias" que había, llegó a tener alrededor de u$s7.000 millones en préstamos de estos bancos computados en las reservas.
Sea como fuese, lo cierto es que Fábrega ya avisó que tiene vía libre para tomar nuevos créditos en caso de ser necesario. No ha habido pedido de Axel Kicillof o del Gobierno aún en ese sentido. Se entiende: los sojeros están liquidando con buen volumen (en torno a u$s150 millones por día) y el Central sube sus reservas.
Pero el llamado teléfonico a los despachos de Reconquista 266 puede llegar más temprano que tarde. Este 30 de julio vence el plazo para pagar los u$s539 millones que están en la cuenta del Bank of New York Mellon (BONY) en el mismo BCRA. Si el Gobierno no logra una medida cautelar y no paga para esa fecha ese dinero inmovilizado, ingresará indefectiblemente en default.
Caer en cesación de pagos, aunque sea de un parte menor de la deuda, traería un sinfín de complicaciones en lo económico. Habría ruido en el mercado de cambios y en el ingreso de divisas al país. Por eso, para atemperar el temporal, el Central tendría a su disposición tomar préstamos para "maquillar" una eventual caída de las reservas. "Llega en un buen momento tener abierto estos canales de préstamos porque nadie sabe como termina esto (por el juicio en Nueva York)", decía un banquero.
De hecho, pedir esta clase de préstamos para robustecer las reservas es prácticamente un trámite sin demasiadas complicaciones, precisamente porque se otorgan contra una cuenta que tiene el Central en esos bancos. Por ende, la acreditación sería de forma semi automática.
En el mejor de los casos, que Argentina evite el default proponiendo un pago cash y en bonos a los fondos buitre, la participación del Central también será relevante. En definitiva, los dólares salen siempre del mismo lado. Y al nivel de reservas actual, u$s29.700 millones, habría que restarle el pago a los bonistas del exterior (de u$s539 millones, hoy congelado), el próximo pago al Club de París por u$s650 millones y lo que haya que desembolsar cash a los holdouts.
En ese esquema, los préstamos del exterior que pueda tomar el Central, ya ingresado en la etapa del año donde habrá menos liquidación de la soja, será importante para seguir mostrando un nivel de reservas internacionales alta