La autopsia de Ezequiel Altamira, el adolescente de 16 años asesinado tras salir de un boliche en Ituzaingó, reveló que un golpe en la cabeza fue la causa de su muerte. Según el informe preliminar, el impacto en la sien izquierda le provocó una fractura de cráneo y una hemorragia fatal.

El crimen ocurrió en la madrugada del sábado. Ezequiel había salido a bailar junto a seis amigos al boliche Club Leloir y, al finalizar la noche, se dirigieron a una plaza cercana. En ese lugar, un grupo de jóvenes los atacó brutalmente. La secuencia fue captada por cámaras de seguridad que muestran cómo, en menos de un minuto, la patota golpeó a Ezequiel y luego huyó.

Según el informe policial, uno de los agresores, un joven que vestía un buzo blanco, golpeó a Ezequiel en el rostro usando una manopla, dejándolo inconsciente. Mientras yacía en el suelo, otro de los atacantes le robó el celular. Tras el incidente, Ezequiel y sus amigos fueron a dormir a la casa de uno de ellos, pero al despertar, notaron que él no respondía. Poco después, se confirmó su muerte.

Las cámaras de seguridad de la zona capturaron tanto la secuencia del ataque como el comportamiento de los sospechosos antes y después de los hechos. Los cuatro jóvenes fueron vistos saliendo de una casa sobre la calle Udaondo y, tras el ataque, regresaron al mismo lugar, cambiándose de ropa antes de entrar.

Gracias a los testimonios de personas en el área, se logró identificar a tres de los presuntos responsables. Entre ellos, "Toto" Pedrozo, de 19 años; su hermano "Chicho", de 14; y otro joven de 17, de apellido Maidana. El cuarto sospechoso, conocido como “Mateo”, aún no ha sido localizado.

La causa fue caratulada como "homicidio en ocasión de robo" y está en manos de la fiscal María Silvana Bonini, de la UFIJ N°2 de Ituzaingó. Durante el allanamiento en la vivienda de la calle Udaondo, realizado por la DDI de Morón y el personal de EPDS de Ituzaingó, se detuvo a los tres jóvenes identificados. La fiscal Bonini también dispuso la intervención de la Fiscalía de Responsabilidad Penal Juvenil N°1, a cargo de Guillermo Rodríguez Rey, para dar continuidad a la investigación.