Un informe de la consultora Ecolatina determinó que el poder de compra de los trabajadores registrados bajó un 8% en 2019, contra una merma del 6,2% que se registró en 2018. Este porcentaje de decrecimiento fue menor que el de los trabajadores informales que el año pasado tuvieron una baja del 13%.

Menos deteriorados fueron los ingresos de los que cobran la AUH y de los jubilados (en torno al 5% en 2018 y casi 2% en 2019), este último sector logró mitigar los efectos de la inflación gracias a la fórmula de movilidad, que otorgaba ajustes trimestrales.

En su informa Ecolatina advirtió que las subas de precios imprevistas, no alineadas con los aumentos salariales pautados dan como resultado el deterioro del poder adquisitivo.

Explicó que si bien durante los últimos años se instauraron las cláusulas de renegociación ante una inflación efectiva mayor a la esperada (como ocurrió en 2018 y 2019), la suba de salarios terminaron "corriendo detrás del alza de los precios".