Encontraron el cuerpo de Rocío Fernández en la localidad balnearia de Mar del Plata. En las últimas horas, se conocieron los resultados preliminares de la autopsia, que revelan detalles escalofriantes sobre la muerte de la joven de 27 años. Según la investigación, Rocío fue asesinada entre el domingo y el lunes.

El fiscal Fernando Berlingeri, a cargo de la causa, participó del procedimiento y brindó información clave para intentar establecer los motivos del deceso. Fuentes de la investigación informaron al medio local 0223 que la joven sufrió un duro golpe en la cabeza que le provocó un traumatismo encéfalocraneano, además de una fractura en el hueso hioides del cuello. “Esas dos lesiones fueron las más importantes que la llevaron a la muerte”, precisaron. Asimismo, el cuerpo presentaba múltiples signos de violencia en distintas partes.

La autopsia también reveló que Rocío habría muerto entre 48 y 72 horas antes de ser hallada, coincidiendo con el tiempo que llevaba desaparecida. Su cuerpo fue encontrado el miércoles al mediodía, dentro de una heladera en una casa del barrio 9 de Julio. La familia logró identificarla por sus tatuajes.

Rocío había salido de su casa el viernes, y se subió a un taxi para visitar a un amigo en el barrio Punta Mogotes. Luego, en la madrugada, tomó otro vehículo para regresar. Sin embargo, desde ese momento, nadie volvió a saber de ella. Su amigo declaró que estuvo con ella hasta las 6:30, cuando Rocío se subió a un auto de aplicación. El conductor inicialmente no recordaba haberla transportado, pero luego confirmó, mediante el GPS de la aplicación, que dejó a la joven en la esquina de Hernandarias y Edison.

El principal sospechoso del femicidio es Juan Carlos Galarregui, un hombre de 56 años, propietario de la casa donde fue hallado el cuerpo. Galarregui es intensamente buscado desde ayer, ya que los investigadores creen que podría ser la misma persona que escapó por el fondo del terreno cuando la Policía llegó al lugar.

El descubrimiento del cuerpo fue posible gracias a un mensaje clave enviado por Rocío antes de su muerte. “Cualquier cosa, voy a estar en este lugar”, escribió la joven, compartiendo su ubicación por GPS. Con esta información, la policía llegó hasta un domicilio en la calle Grecia, entre Libertad y Balcarce.

Inicialmente, los efectivos registraron una vivienda en la que no encontraron rastros de la joven. Sin embargo, los vecinos informaron que las conductas extrañas con mujeres ocurrían en la casa de al lado. Fue allí donde finalmente se encontró el cuerpo de Rocío.

El fiscal Berlingeri explicó que Galarregui es un “individuo de interés para la investigación”, aunque hasta el momento no se ha emitido ninguna orden judicial para su búsqueda activa.