María Tobio, de 31 años, pudo denunciar a comienzos del año que entre los 3 y los 11 años fue víctima de abuso sexual por parte de su padre, su abuelo y un tío. Este lunes, en la puerta de Tribunales de Mar del Plata, pidió que su causa sea desarchivada y se investigue los hechos. Es que, según el Código Penal, este tipo de delitos quedan prescriptos una vez que pasan 12 años desde su comisión.

Pero Marita recién pudo romper el silencio ahora. Frente al edificio judicial, pegó una serie de dibujos de niños que fueron abusados, entre los que también se encontraba uno que ella misma había realizado. 'La idea es visibilizar el dolor y a todo lo que lo padecimos las víctimas de abuso sexual durante nuestra infancia para que se siga con la causa, que hoy está completamente detenida', dijo.

El único que continúa con vida es su progenitor, un ex policía que 'representa un peligro para la sociedad'. 'Sufrí abusos desde que tengo recuerdos hasta los 11 años. Me obligó a quemarme la cara con una plancha mientras se reía y hasta compartió con su hermano y su padre', dijo ante la consulta del portal 0223. 

Recién pudo contar lo que había vivido el 29 de enero pasado, cuando advirtió que su abusador, tenía intenciones de acercarse a su hija de 17 años. 'Mi hija recibió un mensaje de él, una invitación para que fuera a su casa y eso me decidió a denunciarlo', contó. Incluso, a partir de su denuncia penal y pública, la mujer tomó contacto con otras mujeres que también habrían sido víctimas de su padre.