La Cámara Nacional Electoral pidió trasladar el feriado del 20 de noviembre, ¿qué hará el Gobierno?
Se trata de la conmemoración del Día de la Soberanía Nacional. El objetivo es evitar el ausentismo en el balotaje.
Una nueva incógnita en torno al balotaje del 19 de noviembre, es saber qué sucederá con el feriado del día siguiente. Es decir, del 20 de noviembre, fecha en la que se celebra el Día de la Soberanía Nacional. Luego de que el Gobierno Nacional, en la voz de Gabriela Cerrutti, informara que el feriado no se trasladaría, en la tarde de este miércoles, la Cámara Nacional Electoral pidió trasladarlo para evitar el ausentismo en el balotaje.
A través de un escrito presentado en horas de la tadre, la CNE explicó que el acto comicial se verá afectado si no se modifica el calendario en el que está previsto uno de los últimos fines de semana extendidos del año.
‘Motiva esta solicitud la necesidad de favorecer y garantizar la concurrencia de la ciudadanía a ejercer el sufragio en dichos comicios, que se vería indudablemente afectada si se mantuviera el fin de semana extendido con el referido feriado’, indicaron las autoridades en el documento.
El lunes habían surgido versiones cruzadas acerca de la chance de correr el feriado, que está fijado por ley. Estas estaban sustentas en la posibilidad de evitar un éxodo de la ciudadanía hacia distintos sitios turísticos del país, un hecho que podría menguar la concurrencia a las urnas.
La versión inicial había sido confirmada por fuentes del gobierno nacional. No obstante, luego de su publicación, la portavoz presidencial, Gabriela Cerrutti, lo desmintió a través de su cuenta de X (ex Twitter). En un posteo salió a desmentir las informaciones y afirmó que no modificaría el calendario.
Las elecciones realizadas este año -tanto las primarias (PASO) del 13 de agosto, como las generales del 22 de octubre- reflejaron una participación baja en comparación a comicios anteriores. Los ciudadanos habilitados para votar son 35 millones, pero en las PASO acudió a votar un 70,4% de estos. Ese número creció en las generales y alcanzó un 77,65%. No obstante, esas cifras reflejan la concurrencia más baja para una elección presidencial desde el regreso de la democracia en Argentina, en 1983.