Los resultados de las elecciones generales, llevadas a cabo este domingo, dejo un escenario inusual en la contienda por la presidencia de Argentina. Sergio Massa, candidato de Unión por la Patria, y Javier Milei, representante de La Libertad Avanza, se han asegurado un lugar en el ballotage que se llevará a cabo el 19 de noviembre. Sin embargo, lo que nace, a partir de la fecha, es preguntarse que pasará con el feriado nacional.

El sistema electoral argentino requiere que un candidato presidencial obtenga al menos el 45% de los votos o el 40% con una diferencia de 10 puntos sobre el segundo para ganar en la primera vuelta. Ninguno de los dos candidatos logró cumplir con estos requisitos, lo que resultó en una segunda vuelta electoral. 

Sin embargo, esta elección tiene un factor adicional que podría complicar la participación de los votantes: el Día de la Soberanía Nacional, que conmemora la Batalla de la Vuelta de Obligado, cae el lunes 20 de noviembre. Esto significa que el ballotage coincidirá con un fin de semana largo, lo que podría plantear desafíos tanto para el movimiento turístico como para la participación en los comicios.

En el pasado, ante situaciones similares, el gobierno nacional ha optado por trasladar el feriado al fin de semana siguiente, permitiendo que los ciudadanos cumplan con su deber cívico. Por ejemplo, en 2015 se movió el feriado al fin de semana posterior a las elecciones.

La decisión final sobre la fecha del feriado aún no se ha anunciado oficialmente y está sujeta a la consideración del Poder Ejecutivo. En los próximos días, se espera conocer si se repetirá esta práctica de trasladar el feriado en favor de la participación electoral. Este inusual escenario generará expectación en la población y requerirá una decisión gubernamental que tome en cuenta tanto las necesidades electorales como las implicaciones económicas y turísticas del país.