A más de un año del brutal asesinato de Jennifer Calle Campos, una niña de 13 años que fue asesinada de un disparo en el pecho durante un robo en su casa en Virrey del Pino, la familia de la víctima sigue enfrentando una dolorosa lucha por justicia. Además del impacto del crimen, los padres de Jennifer denuncian que reciben constantes amenazas por parte de familiares de uno de los acusados.

“Vas a terminar muerta como tu hija”, asegura Ruth, la madre de Jennifer, que escucha cada vez que se cruza con el hijo de Ramón Martínez López, señalado como el posible entregador. El joven, que vive a pocos metros de su casa, genera temor en la mujer, quien afirmó: “Denuncié el hecho, pero, como es menor de edad, nadie hace nada”.

Martínez López, quien había trabajado como albañil en la casa de la familia y conocía sus movimientos, fue detenido tres meses después del crimen en Misiones, donde se había refugiado para evadir a la Justicia. Su captura fue posible gracias al rastreo de la antena de su celular y escuchas telefónicas.

Junto a él, las autoridades lograron detener a otros tres acusados: Augusto Vigo Caniza, presunto autor del disparo fatal; Germán Sergio Benítez Atienza, alias “Anteojito”; y una mujer trans, Cristal Delvalle González, imputada por encubrimiento. Vigo Caniza fue recientemente ubicado en Paraguay, tras ser intensamente buscado bajo una alerta roja de Interpol. Ahora enfrenta un proceso de extradición.

Por otro lado, aún permanecen prófugos José Armando Fernández Sosa, alias “Mimi”, y Gabriel Molina, considerados partícipes del crimen. El Ministerio de Seguridad ofrece una recompensa de cinco millones de pesos por información que permita encontrarlos.