Mar del Plata quedó conmocionada tras el hallazgo del cuerpo sin vida de Rocío Fernández, de 27 años, quien había sido buscada intensamente durante cuatro días. Su cadáver fue encontrado dentro de la heladera de la casa de Juan Carlos Galarregui, de 56 años, el principal sospechoso del femicidio. 

El trágico desenlace se dio cuando la policía realizó un allanamiento en la vivienda de Galarregui, ubicada en la calle Grecia al 1100, en el barrio 9 de Julio. Según informaron fuentes policiales, Galarregui logró escapar en el momento del operativo, pero fue capturado horas más tarde en la terminal de Santa Clara del Mar, a 16 kilómetros de Mar del Plata, cuando intentaba huir con un DNI falso. 

Rocío Fernández fue vista por última vez el sábado 3 de agosto, cuando llegó en taxi a la casa de Galarregui. Según el fiscal Fernando Berlingeri, a cargo de la investigación, la joven le envió su ubicación a un amigo por GPS poco después de llegar al lugar, “dando la impresión de que era la primera vez que iba”. Desde ese momento, Rocío dejó de responder mensajes y no atendió más las llamadas, lo que llevó a su familia a denunciar su desaparición.

La investigación avanzó rápidamente tras el entrecruzamiento de llamadas realizado por la comisaría quinta. Este cruce de información permitió a las autoridades localizar la vivienda de Galarregui y, posteriormente, descubrir el cuerpo de Rocío dentro de una heladera en la parte trasera de la propiedad. El lugar, que pertenecía al sospechoso, es donde él vivía solo.

Galarregui fue detenido este jueves en la terminal de Santa Clara del Mar cuando intentaba abordar un micro con destino a Retiro. Llevaba consigo el documento de identidad de otra persona, con la intención de evitar ser identificado. Según el fiscal Berlingeri, Galarregui se negó a declarar tras su arresto y fue trasladado a la Unidad Penal N° 44 de Batán, donde permanece detenido.

El fiscal también señaló que la relación entre Rocío y su presunto asesino aún no está clara. “No tenemos certeza de cómo inició la relación, porque no lo teníamos en el radar de conocidos y amigos de Rocío”, explicó Berlingeri.

La autopsia preliminar realizada al cuerpo de Rocío Fernández reveló que la joven sufrió un fuerte golpe en la cabeza, que le provocó un traumatismo encéfalocraneano, además de una fractura en un hueso del cuello. "Esas dos lesiones fueron las más importantes que la llevaron a la muerte", indicaron fuentes de la investigación al portal local 0223. Además, se encontraron signos de violencia en distintas partes de su cuerpo. Se estableció que Rocío falleció entre el domingo y el lunes.