Eran compañeros y amigos. Estaban los dos en la comisaría cuando un tiro impactó en uno de ellos. Gastón Roldán, un policía de 20 años, murió en circunstancias que aún se investigan en la sala de armas de la Departamental 12 de Quimilí, en Santiago del Estero. Carlos Javier Gauna, también miembro de la fuerza, fue detenido e imputado por el homicidio. Otro de los casos policiales más impactantes de la jornada.

Todo ocurrió el martes  a las 11 de la mañana cuando Gauna limpiaba su arma. En un momento gatilló y salió el proyectil que impactó en la cabeza de su amigo de la infancia. Roldán fue llevado de urgencia al hospital donde murió poco después.

Marcelo Castillo Gioya, el abogado de Gauna, tras reunirse con él, dijo a los medios locales: “Está shockeado y no puede creer lo sucedido. Se han criado prácticamente juntos, se han recibido juntos en la Escuela de Policía”.

"Es un hecho lamentable, se trató de un accidente, es una desgracia”, agregó el defensor. La Justicia espera el resultado de pericias realizadas en el lugar y del arma.

Gauna fue imputado por homicidio y aún no se le tomó indagatoria. “Entendemos que la figura acorde a lo sucedido sería homicidio culposo, es decir, en forma involuntaria pero con negligencia”, consideró el abogado. Según él los policías desconocían que, aún sin el cargador puesto, la pistola podía tener una bala en la recámara. “No hubo intención de matar”, afirmó.

Por su parte, Fabián Roldán, el papá de la víctima, sostuvo: “No tenemos explicaciones. Duele muchísimo perder a mi hijo así. Deseamos una investigación seria y la verdad”.

 “De chiquito nos dijo que quería ser policía y todos lo ayudamos. El año pasado llegó a la fuerza. Su primer destino fue Suncho y de ahí a Quimilí, para estar cerca de su familia”, dijo su tío Nelson Sandoval.

Investiga la Unidad de Violencia Institucional y las pericias fueron encargadas a la Gendarmería Nacional para que no sean realizada por los miembros de la misma fuerza.