(PARLAMENTARIO) El tablero de la Cámara de Diputados marcó 134 votos y el oficialismo estalló en una ovación, al convertir en ley el proyecto de pago local de la deuda frente a la disputa con los fondos buitre, tras un áspero debate de casi 16 horas donde la oposición no cedió en su rechazo.

El proyecto del Poder Ejecutivo para cambiar la sede de pago de la deuda para los bonistas que ingresaron en los canjes de 2005 y 2010, y remover al Bank of New York Mellon (BoNY) como agente fiduciario, fue sancionado sólo con votos del Frente para la Victoria y sus bloques aliados.

Así, votaron a favor el Frente Cívico por Santiago, la fuerza política del exgobernador Gerardo Zamora; Nuevo Encuentro, que comanda Carlos Heller; el PJ La Pampa; el Movimiento Solidario Popular y también el Movimiento Popular Neuquino.

Además, el kirchnerismo contó con el apoyo extra de tres diputados: el radical Eduardo Santín, alineado a Leopoldo Moreau; la monobloquista Ramona Pucheta y el cegetista Omar Plaini.

Bajo distintos argumentos, la UCR, el Frente Renovador, el FAP, el Pro, Unión por Córdoba, Suma+UNEN y los puntanos de Compromiso Federal reunieron 99 votos en contra y sólo destacaron la creación de una comisión bicameral para investigar el origen y la evolución de la deuda, aunque por una cuestión técnica votaron ese artículo en contra.

Hubo cinco abstenciones, de parte de los tres integrantes del bloque Unidad Popular de Claudio Lozano; Alcira Argumedo (Proyecto Sur) y Victoria Donda (Libres del Sur), mientras que la Coalición Cívica-ARI de Elisa Carrió resolvió irse del recinto, al igual que el Frente de Izquierda.

La sesión arrancó minutos después de las 12 sin complicaciones para el kirchnerismo, que alcanzó un quórum de 138 diputados, con el aporte de Facundo Moyano –que dio el salto al Frente Renovador-; Pucheta -la ex ladera del piquetero Raúls Castells-, y María Inés Villar Molina y Adrián San Martín, de la facción opositora del MPN que responde al senador Guillermo Pereyra.

Los legisladores sólo coincidieron en condenar el fallo del juez neoyorkino Thomas Griesa que ordena pagarle a los fondos buitre, aunque sólo el Pro, tal como lo hizo en el Senado, exigió cumplir con esa sentencia.

Por otra parte, las bancadas opositoras arguyeron que "no es necesaria una ley” para evitar el bloqueo del magistrado sobre el dinero destinado a los bonistas que reestructuraron su deuda, y recalcaron además que el Nación Fideicomisos "no cumple” con los requisitos técnicos estipulados en los contratos para actuar como agente de pagos.

Sólo el massismo insistió en su proyecto de ley alternativo, que ofrece un "menú de opciones” para todos los holdouts y propone la sucursal del Banco Nación de Montevideo, dado que en Uruguay hay una ley que impide los embargos de fondos extranjeros.

Pero el líder político del espacio, Sergio Massa, arribó al recinto cuando ya habían transcurrido ocho horas de sesión, después de una recorrida de campaña en el partido bonaerense de San Martín junto al intendente local Gabriel Katopodis.

Entretanto, numerosos militantes coparon la primera bandeja y tensaron por momentos el clima del debate, con reiterados silbidos a la oposición y sobre todo, a Elisa Carrió, Néstor Pitrola y Facundo Moyano. Tanto, que el presidente de la cámara, Julián Domínguez, y su segunda, Norma Abdala de Matarazzo, amenazaron varias veces con desalojar los palcos.

El debate

El presidente de la Comisión de Presupuesto, Roberto Feletti, abrió la discusión de más de 120 oradores con una encendida defensa del proyecto al indicar que "ratifica un curso de acción para preservar el proceso de reestructuración de deuda que comenzó en el año 2005 y continuó en 2010”.

"Es claro que este proceso de reestructuración de deuda soberana fue exitoso tanto para la democracia como para el pueblo argentino, porque liberó al Estado de las cadenas de la deuda”, destacó el miembro informante del oficialismo.

Por la UCR, Enrique Vaquié rechazó que se necesite cambiar la jurisdicción para cumplir con los compromisos externos y aseguró que el obstáculo de Griesa debería resolverse con "los instrumentos” del contrato con el BoNY.

"Los contratos que la Argentina firmó en 2005 y 2010 le dan a la Argentina los instrumentos para cambiar la sede de pago”, sostuvo el economista mendocino y advirtió que con la propuesta del kirchnerismo "le estamos haciendo un favor al BoNY y al juez Griesa: los liberamos y nos traemos problemas”.

En tanto, Felipe Solá (Frente Renovador) defendió la propuesta alternativa del massismo y dijo que se basa en tres pilares: "soluciones concretas y viables” para los bonistas reestructurados que no pueden cobrar por el bloqueo del juez Griesa; "una negociación que incluya a todos los holdouts”; y un nuevo orden institucional.

Solá sostuvo que "no están en discusión los canjes de 2005 y 2010”, pero sí "una alternativa al proyecto del oficialismo, fuera del lema maniqueo ‘Patria o buitres’”.

Para Martín Lousteau, de Suma+UNEN, la ley "no resuelve el problema actual de los tenedores de deuda reestructurados a los que no les llegó el dinero, porque con esto tampoco les va a llegar”.

El legislador indicó que "vamos a cambiar al BoNY por Nación Fideicomisos pero el juez Griesa va a impedir que ninguna institución participe para que el dinero les llegue a los tenedores de bonos”.

Claudio Lozano (Unidad Popular) reiteró que "el manejo soberano (de la deuda) implica cambiar la legislación de los bonos”, aunque el propio ministro de Economía, Axel Kiclllof, dudó en el plenario de comisiones que los bonistas acepten esa estrategia.

El diputado, impulsor de un proyecto de resolución alternativo, sostuvo que "no es necesaria una ley” ya que "el único mecanismo previsto en los contratos es ir a una asamblea de bonistas”, además de "investigar la deuda” y "declarar inconstitucionalidad de toda prorroga de jurisdicción”.

Por el contrario, el bloque Unión Pro insistió en que "la verdadera solución” para terminar con el litigio con los fondos buitre "pasa por acatar la sentencia” de Griesa: "El mejor procedimiento para sacarse de encima al juez Griesa es cumplir la sentencia”, aseveró Pablo Tonelli.

Federico Sturzenegger se preguntó además "por qué el Gobierno no ha trabajado con los bonistas para sacar la cláusula RUFO”, convocando a una asamblea.

"La ley no resuelve el problema del default, no ayuda a los bonistas reestructurados -muchos de los cuales no pueden aceptar un canje de legislación- y pone en riesgo la reestructuración de la deuda 2005 y 2010”, explicó el macrista.

Luego, Eric Calcagno (FpV) aprovechó para embestir contra los que hablan de bajar subsidios -en un tiro por elevación hacia el jefe de Gobierno porteño-, por lo que sugirió "tener cuidado con los buitres de afuera, pero también con los caranchos mediáticos y algunos chimangos que andan por ahí”.

Entrada la noche, el camporista Juan Cabandié le subió el tono al debate y reveló que "distintos diputados de la oposición manifiestan en los pasillos que están de acuerdo con el proyecto (de pago soberano) pero prefieren decir que están en contra porque eso los habilita después a ir a TN a la noche”.

Cabandié también cargó contra Macri, al denunciar que "tenemos algunos actores de la política con aspiraciones presidenciales que de forma irresponsable y escandalosa han manifestado que la Argentina tenía que pagar a los holdouts 1.500 millones de dólares”.

El líder de La Cámpora, Andrés "Cuervo” Larroque, le reprochó a la oposición que "no acompañando este proyecto le están haciendo un daño a la Patria”. Y en relación al apoyo que recibió la Argentina en foros internacionales, mencionó que "hay 124 países que entienden lo que ustedes no entienden”.

Alrededor de la 1 de la mañana llegó uno de los discursos más esperados, el de Eduardo Santín: "Partiendo de la base que me parece razonable el planteo que hace el Poder Ejecutivo, yo decidí apoyar” el proyecto, explicó al justificar su voto a favor.

Su discurso despertó un fuerte aplauso en el recinto, que llevó al legislador radical a aclarar: "No lo hago para que el bloque oficialista me aplauda. Porque la realidad, yo soy un radical afiliado desde hace años a mi partido, tengo convicciones”.

"Lo hago desde la convicción de que no creo que este debate sea entre patria o buitres, sino entre los buitres y los bonistas que accedieron al canje”, amplió el diputado.

Con la militancia kirchnerista dándole la espalda desde los palcos, el jefe del bloque de diputados radicales, Mario Negri, arremetió: "La historia no comenzó con ustedes. Tampoco con nosotros. No es cuestión de repartir un discurso a los militantes jóvenes. Todos hemos cometido errores. En los ’90 Néstor y Cristina estaban con Cavallo”.

Al cierre del debate, la presidenta de la bancada oficialista, Juliana Di Tullio, le respondió: "Lamento que un partido con origen popular y democrática denoste la presencia del pueblo argentino en este debate”.