Oscar Jégou y Hugo Auradou, los rugbiers franceses detenidos en Mendoza desde el pasado 9 de julio, recuperaron la libertad luego de que la justicia no dictara la prisión preventiva por el delito de abuso sexual con acceso carnal a una mujer de Mendoza.

Los jóvenes de 20 y 21 años representados por Rafael Cúneo Libarona, mantenían prisión domiciliaria en un coqueto barrio de Mendoza y ahora, todo indica que dejarán la vecina provincia en busca de otro destino dentro del país, ya que no pueden dejar Argentina.

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Esta decisión, que llamó la atención tanto a la ciudadanía como a la prensa, se dio luego de que se filtraran audios de la víctima que la defensa tomó como supuestas evidencias de que la relación sexual entre los tres podría haber sido consentida.

Cómo sigue la causa

Más allá de esta medida tomada por la justicia, los jugadores continúan imputados por violar y golpear a una mujer de 39 años, es decir que siguen siendo investigados por abuso sexual con acceso carnal gravemente ultrajante agravado (en número indeterminado de hechos) y abuso sexual con acceso carnal agravado por ser cometido por dos o más personas, y deberán mantener una serie de requisitos acordes a su situación procesal, informó La Nación.

Los rugbiers deberán seguir portando una tobillera electrónica para acreditar su ubicación, se mantiene sobre ellos la prohibición de abandonar el país y tienen que conseguir un domicilio que se adapte a la restricción que actualmente pesa sobre ellos respecto a la denunciante del hecho.

Destino

En las últimas horas se conoció la información de que los imputados no podrán establecerse en Buenos Aires ya que se encuentran sometidos a pericias psiquiátricas en el Cuerpo Médico Forense. Esa era la idea de los abogados defensores pero el mandato de la justicia determinó lo contrario.

Los imputados se encuentran con psicólogos y psiquiatras que los someten a diversos tests, tal como lo establece el protocolo para los casos de abuso sexual y como lo solicitaron desde la Fiscalía de Delitos Contra la Integridad Sexual.

El lunes 12 de agosto pasado, el fiscal adjunto penal Gonzalo Nazar ordenó la libertad de Auradou y Jegou, pero dejó vigentes el resto de las medidas de coerción dictadas al momento de fijarse la prisión domiciliaria: retención de pasaportes, prohibición de salir de país y prohibición de contacto con la denunciante por cualquier medio informó Los Andes.