Los gremios que integran la Mesa de Unidad Sindical (MUS) de Santa Cruz denunciaron y repudiaron hoy la "salvaje represión" registrada anoche, durante una manifestación frente a la residencia oficial de la gobernadora Alicia Kirchner -en la que en ese momento también se encontraba alojada la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner-, y convocaron a una nueva marcha para esta tarde.

En el marco de una conferencia de prensa que ofrecieron esta mañana, los gremios -encabezados por la Asociación Docentes de Santa Cruz (ADOSAC)- pidieron además al gremio nacional docente CTERA que convoque a un paro nacional en repudio de los incidentes de esta madrugada, en tanto que la CTA autónoma local convocó para una medida de fuerza para este lunes.

Asimismo, la mesa sindical -integrada por gremios docentes, judiciales, estatales provinciales, de la salud, docentes universitarios y coordinadoras de trabajadores de izquierda- convocó para hoy a las 18 a una concentración en la esquina de Kirchner y San Martín, para marchar en repudio a la represión de la protesta social.

"Más que las balas de goma nos duele la provincia", resumió Olga Reinoso de ATE Santa Cruz durante la rueda de prensa, en la que calificaron de "desesperante" la situación de "muchos santacruceños que siendo 22 de abril todavía no cobraron sus salarios" y, en el caso de ese sector, representan a los salarios más bajos del escalafón, de 12.000 pesos frente a una canasta familiar que se ubicó en 26.000.


Por su parte, Juan José Ortega -del gremio judicial "3 de Julio"- explicó que la manifestación de anoche surgió en forma "espontánea" cuando circuló por las redes sociales que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner había ingresado a la residencia de la gobernadora provincial y responsabilizó a Alicia Kirchner por los incidentes que dejaron cuatro heridos de bala de goma, y un quinto con un traumatismo en la rodilla al caer en el marco de los disturbios.

El titular de la ADOSAC, Pedro Cormack repudió la represión "ejercida por un gobierno que habla permanentemente de los derechos humanos y que es absolutamente insensible", y dijo que también es "violento" mantener a los jubilados "frente a la Caja de Previsión social en una carpa a la intemperie, que no haya clases, tener hospitales vaciados y una obra social que no da ningún tipo de respuesta". 

A su turno, Nahir Castillo -integrante del grupo de padres unidos de Río Gallegos que realizaron masivas marchas de antorchas este mes- dijo que de la manifestación de anoche participaron familias con chicos y jubilados que, tras la represión, terminaron descompensados "tirados en el piso".

"Queremos una respuesta. Nos están ignorando. Mi hijo de cuarto grado todavía no pudo empezar las clases. Los abuelos no cobran, los docentes no cobran. Queríamos que nos escuchen y simplemente empezaron a reprimir", indicó la madre, sumando al grupo a la convocatoria de esta tarde.

El dirigente de la Coordinadora Sindical Clasista del Partido Obrero y secretario administrativo de la CTA autónoma de Santa Cruz, Miguel Del Plá, dijo a Télam que una posible salida al conflicto es "abrir las cuentas y que una asamblea obrera tenga la posibilidad de auditar" las cuentas de la provincia.

El balance que hicieron los gremios sobre los incidentes de anoche deja un saldo de cuatro heridos; tres de ellos se registraron en el primer accionar de la Infantería, pasadas las 0.30, sobre el portón de la calle Piedra Buena, frente a la Jefatura policial, hacia donde se habían volcado los efectivos para dispersar a los manifestantes que lograron franquear la reja del otro ingreso hacia los jardines de la residencia oficial.

Ellos son el fotógrafo Jorge Riquelme y un chofer de ambulancia, alcanzados por balas de goma, y un dirigente de izquierda con un traumatismo en la rodilla por una caída en el marco de los forcejeos.

Cerca de las tres de la mañana, en otro de los varios intentos de dispersión de la manifestación, el portero de una escuela primaria fue alcanzado por una bala de goma cerca del ojo izquierdo, y al menos una hora más tarde, fue el caso de un docente, en el párpado del ojo derecho.

Otros manifestantes resultaron afectados y descompensados por los gases lacrimógenos utilizados en reiteradas oportunidades por la Infantería, ante el accionar de un grupo que arrojaban piedras hacia las ventanas de la residencia donde se encontraban la gobernadora y la ex presidenta de la Nación.
(Telam)