El joven Axel Ignacio H., de 19 años, se entregó a la Justicia en las últimas horas, siendo sospechado de ser coautor del homicidio de Marcos Daloia, colectivero de la línea K en Rosario. El crimen, ocurrido en la zona oeste de la ciudad, aún tiene a un prófugo en busca y captura.

El ataque tuvo lugar a principios de marzo, durante una oleada de asesinatos orquestados por bandas narcoterroristas en represalia por las estrictas políticas de seguridad implementadas por el gobernador local, Maximiliano Pullaro. El viernes pasado, se difundió un video del día del crimen que mostraba claramente la cara del sospechoso como acompañante en la moto utilizada para cometer el asesinato, según informó el Ministerio de Justicia y Seguridad de Santa Fe.

Marcelo Albornoz, subsecretario de Investigación Criminal local, destacó que “a través de diferentes publicaciones se solicitó la colaboración a la ciudadanía para aportar información sobre el homicidio”. Durante el fin de semana, se realizaron operativos en la zona para lograr la detención de los responsables, lo que finalmente llevó a la entrega voluntaria de Axel Ignacio H.

El director de la Policía de Investigaciones (PDI), Natalio Marciani, explicó: “Empezamos a recibir muchos llamados, hasta que uno coincidió con una investigación que nosotros veníamos trabajando. Le dimos más fuerza a esa información hasta contactar a un pariente de esta persona, con la cual se llegó a un acuerdo”. Marciani añadió que “este lunes, con ese familiar, pactamos un lugar donde se acordó la entrega de la persona que buscábamos, lo cual ocurrió en la esquina de Entre Ríos y Rueda”.

La investigación, según Marciani, no está cerrada. La Policía sigue trabajando para esclarecer todos los detalles del crimen. “La restante persona, la que se ve en las imágenes, es alguien conocido del joven que se entregó este lunes. Así que seguimos trabajando en la pista”, concluyó.

Marcos Iván Daloia, de 39 años, vivía en la zona oeste de Rosario, entre los barrios Ludueña y Azcuénaga. Padre de tres hijos, trabajaba desde hacía seis años en Movi, la empresa estatal de transporte público que opera los trolebuses. En el momento de ser baleado en marzo, manejaba la línea K o 121, que recorre desde el Mercado de Concentración de Fisherton hasta Ciudad Universitaria.