Un infarto masivo en plena jornada laboral conmociona a restaurante en Mendoza
El incidente impactó al personal del restaurante y a los comensales. Versiones cruzadas y tendencia nacional.
El pasado martes 10 de diciembre durante la noche, un empleado del exclusivo restaurante La Cabrera, ubicado en el hotel Huentala, en la ciudad de Mendoza, falleció mientras trabajaba como parrillero.
Walter Nuzzo, quien se encontraba desempeñando sus tareas, sufrió un infarto masivo alrededor de las 21:30 horas, generando conmoción entre sus compañeros y una serie de cuestionamientos hacia la gestión del incidente por parte de la administración del establecimiento.
Tal como sucede a diario y por la popularidad de este negocio que tiene su casa matriz en Buenos Aires, el restaurante estaba a pleno funcionamiento, con sus 80 cubiertos reservados ocupados, mientras otros comensales eran atendidos en un espacio adicional, el Garden.
Según testimonios recogidos por el medio Diario Mendoza, el empleado comenzó a sentirse mal mientras trabajaba en la parrilla y, aparentemente mareado, intentó trasladarse a un área contigua para no alarmar a los clientes. Sin embargo, al llegar a la zona de pastelería, colapsó.
Un guardia de seguridad intentó reanimarlo con maniobras de RCP mientras se esperaba la llegada del personal médico, quienes continuaron los esfuerzos de resucitación sin éxito. Finalmente, cerca de las 22:42 horas, se confirmó el fallecimiento del empleado en el lugar.
La tensión tras la tragedia
A pesar de lo ocurrido, el servicio continuó durante varios minutos sin que los comensales fueran informados del suceso. Según una fuente cercana al hecho, los trabajadores fueron instruidos para seguir con sus tareas, incluso mientras el cuerpo de Walter yacía en el suelo de la cocina. "La gente se quejaba de la demora en las mesas, pero nadie sabía qué estaba pasando. Nos dijeron que siguiéramos trabajando y que no nos distrajéramos", relató.
Pasaron más de 45 minutos antes de que el jefe de cocina decidiera detener el servicio. "Al ver que no podían reanimarlo, ordenó que no se sirvieran más platos y que se comunicara a los clientes que debían retirarse", agregó la fuente. Mientras tanto, en la cocina, la escena era desoladora: compañeros lloraban junto al cuerpo de Walter, mientras otros intentaban continuar con sus labores, informó el medio de la vecina provincia.
Una vez que los clientes abandonaron el restaurante, el personal permaneció en el lugar en silencio, limpiando el área mientras esperaban la llegada de criminalística. El cuerpo de Walter permaneció allí por alrededor de dos horas.
Reacciones y consecuencias
El impacto emocional de la situación fue devastador para el equipo. Al día siguiente, surgieron discusiones entre los encargados y el gerente del restaurante sobre cómo proceder. Aunque algunos propusieron cerrar el local en señal de duelo, las directivas de la administración optaron por realizar una charla motivacional. Esta decisión generó rechazo entre los empleados, quienes, a través de un grupo de WhatsApp, decidieron no regresar al trabajo por razones emocionales y psicológicas.
Finalmente, el restaurante cerró sus puertas por 48 horas, según un comunicado emitido por el grupo Huentala. "Con profunda tristeza, comunicamos el fallecimiento de Walter Nuzzo. Tras su colapso, se detuvo inmediatamente el servicio para priorizar su atención, pero las maniobras de reanimación realizadas durante 40 minutos no tuvieron éxito. A las 22:42 horas se confirmó su deceso, calificado como una muerte natural", expresó la empresa, que también informó haber brindado contención psicológica al personal y apoyo a la familia del fallecido.
Reflexiones sobre las condiciones laborales
El trágico episodio generó una ola de comentarios en redes sociales, donde muchos usuarios reflexionaron sobre las condiciones laborales en el sector gastronómico. Las denuncias por precarización salarial y trato deshumanizante, usualmente ignoradas, volvieron a ser tema de debate.
Esta tragedia pone de relieve la necesidad urgente de revisar las condiciones de trabajo en una industria marcada por largas jornadas, estrés constante y falta de protocolos claros para enfrentar emergencias como esta.
La muerte de Walter no solo deja un vacío entre sus compañeros, sino que también plantea interrogantes sobre cómo proteger y valorar a quienes sostienen el funcionamiento de este sector esencial.
Fuente: Diario Mendoza, MDZ online y Mendoza Post.