Elsa es una cordobesa a quien le gusta cantar y en su quinta sesión de quimioterapia, no solo le puso el cuerpo a la situación sino también su hermosa voz para interpretar Mejor que ayer, la canción de Diego Torres.

Precisamente, este jueves 16 de noviembre, llegó a la clínica de Cosquín y según informó el medio El Doce, la enfermera que la asiste la sorprendió con este reto. Los demás pacientes se sumaron al desafío, porque ella quería que aprendieran la canción y transformó la sesión en un increíble coro.  

El emotivo momento quedó registrado y para Elsa, que este jueves no fue un día más, mantener el espíritu de cantar y seguir adelante es su objetivo desde que le diagnosticaron cáncer. 

La mujer tiene 65 años y desde hace cinco meses lucha contra la enfermedad. Todo comenzó en junio cuando le detectaron un avanzado cáncer de ovario que había hecho metástasis.  Al mes la operaron y le extirparon parte del aparato reproductor. 

Durante seis meses tiene que hacer quimioterapia a modo preventivo “por si queda alguna célula perdida”. Pero Elsa aseguró estar tranquila: “Soy muy creyente y sé que Dios tiene todo bajo control”. Y sumó, que en cada sesión busca ir con energía positiva y aportar eso al resto de las personas que atraviesan por la misma situación. “Ya hicimos una relación y a pesar de que la doctora dice que no hay que involucrarse mucho, es imposible”, reconoció.

Según contó el medio cordobés, ella no pierde las esperanzas y siente el apoyo y la compañía de su familia cada vez que asiste a las quimioterapias. “La enfermedad no tiene que ser el centro, me hace bien trabajar y relacionarme con la gente”, reflexionó.

Es que Elsa, a pesar de estar jubilada, sigue trabajando como enfermera en el dispensario de Santa María de Punilla. Estudió de grande y hace 14 años que trabaja en el ámbito de la salud: “Mi primer trabajo como enfermera fue en el área de oncología del Hospital de Clínicas. Eran pacientes terminales”, reveló.

“Y las vueltas de la vida me llevaron a estar de este otro lado", expresó con un dejo de tristeza. Aunque aclaró con inmediatez y un poco de humor: “Yo no soy paciente terminal”.