Siempre vigente en los medios y las redes sociales, Florencia Peña volvió a ser noticia luego de realizar una inesperada confesión durante una entrevista.

La actriz, es madre de tres hijos: Toto y Juan -fruto de su relación con Mariano Otero- y Felipe, el más pequeño con su actual marido Ramiro Ponce de León. En este contexto, Flor se refirió a su primogénito en una charla casi íntima con Héctor Maugeri en Caras TV.

"No fue un hijo buscado": la inesperada confesión de Flor Peña

La influencer habló de su primer embarazo y aseguró que se quedó embarazada apenas dos meses después de haber conocido a Otero: "Yo fui mamá de 'Toto' a los 28 años. No fue un hijo buscado, vino teniendo un DIU", comenzó diciendo la famosa y reconoció que en ese momento tenía cuatro trabajos y ese tema estaba fuera de sus planes.

"En ese momento dije: 'Si tenés la cabeza tan abierta, sos disruptiva y no te pasa lo mismo que a las personas normales, vas a tener que adaptarte a que no vas a poder darle de mamar a tus hijos y tendrás que ver cómo generás ese vínculo de arranque no teniendo leche para alimentarlos'", recordó la entrevistada.

A raíz de su declaración, el conductor ahondó: “Apareció Tomás sin ser buscado, ¿nunca pensaste, por ejemplo, en interrumpir el embarazo?”. A corazón abierto, la artista asintió: “Sí, claro, que lo pensé, pero decidí seguir adelante”. "Rápidamente me ubiqué en esa situación y entendí que iba a ser una mamá distinta en ese plan. Pero igualmente lo conectaba conmigo".

En ese momento, el periodista le preguntó si tuvo que hacer terapia para acomodarse dentro de esa etapa y con hijo en camino, a lo que Florencia respondió: "Siempre me analicé, de una manera u otra. Hice todo tipo de terapias. Es la manera de conocerme y de tener herramientas como actriz. para volcarlas en donde decida actuar". 

"No fue un hijo buscado": la inesperada confesión de Flor Peña

Entonces analizó sobre cómo impactó en su carrera profesional: "Esta profesión es muy difícil. El afuera es lo más complejo porque estamos expuestos a que mucha gente nos convenza si valemos o no, si somos exitosos o fracasados. Buscamos trascender. Hay algo de la necesidad de ser querido y valorado. Pero con el tiempo te das cuenta que esa valoración viene de vos, que es mentira que viene de afuera. Nada es real, salvo que vos te sientas feliz por lo que pudiste hacer".