Periodistas Argentinas denunció a Pedro Brieger por 19 casos de acoso
Son nuevos testimonios que se suman a los ya existentes contra el periodista de C5N.
Este martes, el colectivo de Periodistas Argentinas denunció al periodista Pedro Brieger por 19 casos de acoso sexual contra colegas y alumnas de instituciones educativas en las que él trabajó. Se trata de nuevas acusaciones que se suman a las que se conocieron previamente.
Este 2 de julio, en el Senado de la Nación, reconocidas periodistas e integrantes del ámbito académico argentino realizaron una grave denuncia pública contra el periodista Pedro Brieger.
Esto comenzó el pasado 23 de junio, cuando Alejandro Alfie publicó en su cuenta de X una serie de testimonios que había recopilado y que incriminaban al reconocido especialista en política internacional.
Frente a esta situación, a través de la agrupación Periodistas Argentinas, las cinco denunciantes originales comenzaron a recopilar casos de otras mujeres afectadas, a la vez que otras se contactaron por iniciativa propia.
En la Cámara Alta, las denunciantes, entre la que estaban Nancy Pazos, Gisela Busaniche, hicieron una presentación pública ante la prensa y los funcionarios presentes, en la que expusieron una selección de hechos y solicitaron acompañamiento para la implementación de leyes y protocolos para la prevención y el tratamiento de casos de acoso sexual laboral. Tras su primera denuncia pública en 2010, la periodista Agustina Kämpfer formó parte del grupo de mujeres que detalló una serie de acosos sexuales que habrían padecido por parte de su colega.
Esta conferencia de prensa confirmó al menos 19 casos de acoso sexual por parte de Pedro Brieger ocurridos entre 1996 y 2024, en ámbitos laborales, periodísticos y académicos. Junto con esta declaración, el grupo de mujeres exigió que "haya campañas de prevención y erradicación del acoso en los lugares donde se produjeron los hechos denunciados contra el periodista", y que el periodista de la cara y pida disculpas a las víctimas.
Nancy Pazos fue la encargada de introducir el tema. “El caso en cuestión tiene nombre y apellido, pero se puede ver reflejado en otras historias. El caso se llama Pedro Brieger y vamos a presentar 19 testimonios que hemos recolectado haciendo nuestro trabajo, haciendo periodismo”, dijo la periodista al presentar el informe que elaboraron bajo el nombre "Cultura del acoso, punto y aparte".
Kämpfer por su parte expresó: “Brieger era nuestro profesor, nuestro compañero de trabajo, nuestro jefe de cátedra, nuestro vecino, nuestro colega… nuestro acosador. Las conductas inapropiadas que pudimos documentar hasta hoy, sucedieron a lo largo de 30 años, pero sabemos que no somos las únicas y que, posiblemente, este enorme marco de tiempo sea aun más extenso”.
"Tuvimos que abandonar tesis, mudarnos, renunciar, dejamos de ir a conferencias, coberturas; todo con el único fin de no volver a verlo", indicó Kämpfer. Y destacó que "Él viajó por el mundo, recibió premios, condujo programas, vivió donde quiso por el tiempo que quiso. Su prestigio profesional logró enmascarar su perversión. Manos acercándose a partes íntimas, ataques de pánico, sus miradas libidinosas, el miedo a su repentina desnudez, las ganas de ser invisibles... De eso estuvimos hablando en las reuniones para organizarnos porque juntas somos muy fuertes, podemos hacer algo. Es la primera vez que contamos con la atención que nos prestan. Nadie quiso escucharnos antes por más que sin levantar mucho la voz lo avisamos, se lo contamos a jefes, compañeros, lo dijimos por televisión, pero nada”.
Tras leer algunas de las denuncias, Kämpfer señaló: “Puede verse la sistematicidad, la recurrencia y la impunidad. Formas de exhibicionismo sin consentimiento, como exhibición de genitales, masturbación; cuando las mujeres le pedían que no lo hiciera. Conversaciones explícitas por teléfono y handy en contextos laborales, formas de imposición de un discurso unilateral. También planificaba o aprovechaba situaciones en que las mujeres no podían pedir ayuda, que se transformaban en verdaderas emboscadas: habitaciones, ascensores, pasillos, camarines, salas de televisión vacías”, cerró la periodista.