Misión imposible: Transitar en silla de ruedas en pleno centro
Salir del Centro Cívico y comprar alcohol en gel en la farmacia de enfrente es casi imposible si se está en silla de ruedas o ciego y sin ayuda. Así lo comprobó un grupo de alumnos de la Escuela Industrial en un taller de Accesibilidad que imparte el Colegio de Arquitectos.
(CANAL 13 SAN JUAN) - Una tarea sencilla se puede volver una odisea para los sanjuaninos con discapacidad. Aún en pleno centro, aún con rampas, aún con ayuda. La arquitectura y los diseños ortopédicos pueden ser un gran inconveniente para la autonomía y así lo constató un grupo de alumnos de la Escuela Industrial en un taller de Accesibilidad que imparte el Colegio de Arquitectos.
En la siesta se pusieron en el rol del otro. Unos se vendaron los ojos y recorrieron veredas con bastón blanco en mano. Otros, se subieron a distintas sillas de rueda para transitar.
Una de las tareas del taller vivencial de Accesibilidad fue la de que los chicos salieran del Centro Cívico y compraran alcohol en gel en la farmacia que está por calle Las Heras y Laprida. Imposible.
"Decimos que es increíble que un lugar accesible como el Centro Cívico, con el único cruce de San Juan realmente accesible porque obliga a frenar al conductor y está a nivel, después termine en una esquina y enfrente no tener rampa. Una farmacia con dos escalones, veredas o asfalto con grietas o en malas condiciones, dijo a CANAL 13 Yésica, una joven que quedó en silla de ruedas hace 5 años tras accidentarse.
"Es muy difícil manejarse, la mayoría de las rampas están mal hechas. Había una rampa de un lado y del otro no. Muchas dificultades y pocas soluciones", acotó Emiliano, uno de los alumnos.
Para resolver el contratiempo, los alumnos debieron hacer una cuadra y media por calle Las Heras, en contramano e intentar subir en el estacionamiento de un hotel.
El ingreso tenía un desnivel de apenas 5 centímetros, pero que con las sillas ortopédicas tradicionales de 15 kilos, más la poca destreza, dieron un arduo trabajo a los "conejillos de indias".
Olvidada la tarea de comprar en la farmacia, un poco más allá debían ingresar al café de Central y Las Heras. Un poco antes de llegar al perímetro apareció otro inconveniente: el desnivel entre lo que tiene veredas y el contrapiso liso. Además, en el camino se interpusieron una camioneta estacionada en media vereda y las sillas que ocupan ese paso.
Con ayuda, el grupo llegó a la esquina. Pero la puerta estaba en alto lo que supuso otra dificultad. Al tirar de la manija los chicos perdían estabilidad en la silla que tendía a irse pendiente abajo.