"Estaba trabajando": el Ñoño Artazo se defendió de la muerte de la jubilada
El único detenido por el robo que terminó en tragedia se desentendió del hecho y dijo que tiene testigos que pueden acreditar su versión. Su abogada habló con Canal 13 y reveló detalles de su defensa.
El principal sospechoso del robo seguido de muerte de una jubilada en Rivadavia se desentendió del hecho. Sebastián “El Ñoño” Artazo aseguró que no asaltó a Eva Hortensia Albarracín, la mujer que murió horas después de sufrir el arrebato el pasado lunes en Rivadavia.
Así lo reveló su abogada Filomena Noriega ante las cámaras de Canal 13, quien asumió su defensa y ya pidió la excarcelación del acusado. Artazo dijo que estaba trabajando en el momento en el que ocurrió el hecho.
“Él trabaja en la municipalidad de Rivadavia en el sector limpieza. Está tratando de recomponer su vida. Si bien tiene un prontuario frondoso, en sus palabras textuales ‘estaba haciendo las cosas bien’”, señaló Noriega. “Él se desentendió de la causa y de las imágenes de la cámara de seguridad que captó el hecho. Dice que no es él”, agregó.
La letrada también reconoció que el sujeto gozaba del beneficio de salidas transitorias desde el mes de junio del año pasado. Sin embargo, no volvió al Servicio Penitenciario, pero dijo que iba a conseguir un certificado médico.
Artazo fue detenido el pasado martes durante un allanamiento que realizó la Policía en su casa en el departamento Chimbas. Las imágenes de las cámaras de seguridad condujeron a los uniformados hasta el sujeto, un conocido del ambiente delictivo con más de 30 causas en su haber.
En el lugar, los uniformados secuestraron una bicicleta en la que creen que se movilizaba al momento del robo a la anciana y una riñonera que sería la sustraída a la víctima. Sobre estos elementos, el Ñoño aseguró que no iba a trabajar en bicicleta y que la riñonera era de su mamá.
El caso fue caratulado como robo seguido de muerte y es investigado por el 4º Juzgado de Instrucción a cargo del juez Diego Sanz. La defensa de Artazo se mostró en desacuerdo con la caratula y adelantó que buscarán desacreditar las pruebas en contra del acusado. Noriega comentó que, en caso de ser encontrado culpable, la pena por este delito es de 10 a 25 años de prisión.
Para ello preparan 4 testigos que pueden asegurar que el Ñoño estaba trabajando al momento que sucedió el hecho, según comentó su abogada. De esta manera buscarán desligar del hecho al acusado y su defensa pedirá la falta de mérito o el sobreseimiento.