No suele ocurrir con frecuencia que un acusado por un delito grave como en este caso, declare en la primera audiencia en Tribunales y mucho menos ante una jueza de garantías.

En este caso el Oficial de Policía de la Provincia Ricardo Rodríguez, acusado de homicidio agravado por su posición de efectivo de una fuerza de seguridad, al asesinar al camionero Federico Orihuela en un violento hecho el viernes en Valle Fértil, decidió hacerlo al conocer la dura acusación en su contra en medio de lágrimas y abrazos con sus seres queridos que estaban en la sala. 

El policía escuchó la lectura del expediente con las peticiones del Fiscal Iván Grassi y Francisco Pizarro, y al momento de consultársele si deseaba expresarse dialogó con su abogado defensor Martín Zuleta y dijo unas palabras. 

Éstas pueden entenderse como una posible coartada ante el hecho del cual fue protagonista, calificado por las autoridades como inexplicable y pocas veces visto. Vació dos cargadores de armas reglamentarias de la fuerza contra un camión que huía por la ruta en Valle Fértil. El resultado fue el que todos conocen que se transformó en noticia nacional desde San Juan.

"Lo único que yo intenté hacer en todo momento fue persuadir al conductor para que detuviera la marcha del rodado. Jamás, jamás, bajo ninguna circunstancia mi intensión fue causar la muerte. Lo único que estaba tratando es que detuviera la marcha", dijo Rodríguez ante la Jueza Allende. 

Justificó su accionar destacando que: "Ese conductor (por el camionero) ya no estaba haciendo una contravención era una resistencia y atentado a la autoridad, ya era un delito". 

Fue contundente en su postura al asegurar que: "Obré en lo que entendí era mi deber. Nunca recibí órdenes ni directivas porque el HT (el equipo de comunicación) estaba sin batería".