En el marco del operativo policial que desbarató un matadero ilegal en Chimbas, donde se sacrificaban caballos y se comercializaba su carne para la elaboración de embutidos, la Justicia dictó sentencia contra los implicados. Uno de ellos cumplirá una pena de prisión, mientras que otros tres recibieron condenas en suspenso.

El procedimiento se llevó a cabo el pasado 25 de septiembre,  a raíz de una denuncia anónima al 911. Alrededor de las 16:15 horas, efectivos de la División Policía Rural se presentaron en un domicilio ubicado en calle 11 de Septiembre al 1300, tras ser alertados sobre la comercialización de productos cárnicos, presumiblemente de origen bovino y equino.

Durante la investigación, los policías interceptaron sobre calle Salta una camioneta Ford Flex conducida por Federico Molina, quien iba acompañado de Nahuel Ruiz y Leandro Ezequiel Pérez. En el vehículo transportaban bolsas de arpillera que contenían trozos de carne. La carne fue secuestrada, junto con la camioneta, y luego de ser analizada por un veterinario, se confirmó que era de origen equino.

Posteriormente, en el allanamiento del domicilio en Villa Ross, se incautaron restos de carne, huesos y herramientas de corte. También fue detenido Juan José Benavídez, quien estaba sacando restos óseos de la vivienda en otro vehículo, un Fiat Idea.

Finalmente, durante el procedimiento, se encontró a Alejandro Manuel Olivera, quien transportaba en bicicleta cueros, vísceras y huesos de equinos, con un peso total de aproximadamente 80 kg, los cuales fueron extraídos del interior del domicilio.

En un juicio abreviado, la Justicia condenó a Juan José Benavídez a 3 meses de prisión efectiva, mientras que Lucas Felipe Molina, Nahuel Ruiz y Leandro Exequiel Pérez recibieron 6 meses de prisión en suspenso, quedando en libertad bajo ciertas condiciones.