El juez de Garantías, Diego Manuel Sanz, debe decidir si un contador que estuvo ligado al Arzobispado de San Juan y es docente en colegios católicos debe o no enfrentar un juicio por amenazar, causar graves lesiones por dos ataques con líquidos muy calientes incluso en su zona genital (por una de esas agresiones debieron operarla 6 veces) y violar reiteradas veces a quien fuera su esposa por 11 años. 

La decisión sobre el futuro procesal de José Luis Oribe Oliveros (41) se aplazó, porque este jueves la defensora, Adriana Cabrera de Pandiella, pidió que sea sobreseído, pues entiende que los delitos de amenazas y lesiones ya prescribieron, pues se trató de heridas leves y no graves. Y aseguró que los abusos sexuales no existieron, porque ocurrieron cuando ambos eran pareja.

"Si esas relaciones sexuales no fueron consentidas, nunca se enteró", dijo la letrada, luego de cuestionar la acusación contra su cliente, encabezada por el fiscal coordinador, Roberto Ginsberg, su ayudante fiscal Virginia Pérez Lloveras (UFI CAVIG) y la abogada Sandra Leveque, que representa a la denunciante, que también es abogada. Los acusadores buscarán un castigo de 12 años contra Oribe Oliveros.

Los hechos fueron denunciados por su exesposa el 24 de febrero de 2022. Para entonces llevaban un año y dos meses de separados, pues la relación había concluido el 18 de diciembre de 2020. Según la letrada, la primera vez que la quemó en su zona genital y en su pierna derecha con un líquido a elevada temperatura fue en 2018, en una confitería de Rivadavia. El segundo episodio es de consecuencias más graves.

Este ocurrió el 27 de julio de 2019 en la casa que compartían. Según la denuncia, esa vez discutieron cuando estaba en la cama en posición de indio por beber una infusión muy caliente, que él arrojó entre sus piernas provocándole lesiones que -según la acusación- fueron graves porque le llevaron más de un mes para recuperarse y múltiples cirugías. La mujer no había denunciados esos episodios de violencia.

Aseguró que tampoco reveló las reiteradas violaciones que sufrió cuando convivían porque su ex amenazaba con matarse y destruirla a través de sus vinculaciones e influencias, principalmente políticas. Este jueves, Fiscalía y la parte querellante contraatacaron los argumentos de la Defensa para pedir que su cliente sea desligado con un sobreseimiento. 

Los acusadores entienden que todas esas situaciones se develarán en el juicio, luego de ventilar las pruebas del caso. De todos modos, el juez consideró que debía analizar si el planteo de la Defensa debe o no prosperar y por eso postergó su decisión, en la que se determinará si Oribe Oliveros deberá o no ser enjuiciado y enfrentarse a la posibilidad de ir a la cárcel.