Este jueves en la tarde comenzó la audiencia de control de acusación por la causa de abuso sexual a un menor que tiene como acusado al cura Walter Bustos. Tras finalizada la etapa de investigación, el sacerdote se sentó en el banquillo de los acusados nuevamente, y espera la resolución del juez Diego Sanz.

El pasado lunes 2 de octubre, el fiscal Mario Panetta de la UFI CAVIG solicitó a la Justicia una audiencia para formalizar la acusación contra el sacerdote. Tras dar por finalizada la investigación penal preparatoria, contó a Diario 13 que pedirá 14 años de cárcel para el religioso.

El cura Bustos nuevamente en el banquillo de los acusados

Este pedido de audiencia se dio por parte del Ministerio Público Fiscal al considerar que cuentan con elementos suficientes, los cuales son convincentes para sostener la existencia del hecho punible.

El religioso de 45 años será juzgado por los delitos de abuso sexual por el aprovechamiento de la inexperiencia y/o la inmadurez sexual de la víctima, agravado por el ser cometido por un ministro de culto reconocido –dos hechos-, en concurso real, y corrupción de menores en concurso ideal.

El cura Bustos nuevamente en el banquillo de los acusados

Cabe recordar que el sacerdote ya cuenta con una condena condicional por delitos sexuales a un sobrino suyo, en la que afrontó un juicio el pasado 30 de mayo. Bustos fue condenado a 1 año y 8 meses de prisión condicional por uno de los casos de abuso, mientras que en otro fue absuelto. Además, en el comienzo de la causa, allá por el 2018, había sido descartado la acusación, también por abuso, de otro de los hermanos y sobrino del cura.

Los hechos que originan esta segunda causa de abuso sexual ocurrieron en 2017, cuando Bustos era vicario en Valle Fértil. El joven abusado contó que todo ocurrió cuando él tenía 15 años y era parte de los grupos de jóvenes de la comunidad. Por lo que el sacerdote fue detenido en mayo, pero en septiembre pasado le concedieron la detención domiciliaria.

Paneta señaló que pueden acreditar en base a testimonios y pericias, que el religioso se aprovechó de la inmadurez sexual y la vulnerabilidad del joven, que en la actualidad es mayor de edad.