Dos hermanos realizaron una denuncia por estafa contra el obispo auxiliar, Carlos María Domínguez. Sergio Ariel Lólez y su hermano Rubén Egardo indicaron que el sacerdote, en representación del Arzobispado de San Juan de Cuyo, 'indujo por sí o por terceras personas mediante engaño al padre de los denunciantes, a suscribir escritura del inmueble de su propiedad, ubicado en calle Ignacio de la Roza 644, Caucete, a favor del Arzobispado'. 

La realización de esta escritura, simulando una venta, data de diciembre del 2020, mientras que los hermanos López tomaron conocimiento de la misma en mayo de este año, 'lo cual les pareció totalmente extraño porque su padre jamás les comentó de la misma, ni tampoco observaron ingreso de dinero alguno ni en su cuenta bancaria ni en su domicilio', reza el escrito formulado en el Tercer Juzgado de Instrucción.

Además, el valor en el que oscila ese inmueble es mucho mayor al que se habría consignado en la operación, teniendo en cuenta que el costo real ronda los $10.000.000 según explicaron. A raíz de tal maniobra, los denunciantes realizaron la acusación debido a que su padre padece de psicosis esquizofrénica y psicoafectiva crónica y se encuentra internado en un geriátrico capitalino. 

Producto de esa enfermedad, los hijos del presunto damnificado aseguran que 'era imposible que el hombre (J. F. L.) tuviese conciencia y capacidad para realizar cualquier acto de disposición'. Ahora, el Tercer Juzgado de Instrucción investiga el hecho que sacude por estas horas al Arzobispado de San Juan. Domínguez es el segundo en jerarquía de la Iglesia sanjuanina, por detrás de monseñor Jorge Lozano.