Joven baleado en Rawson: un nuevo hallazgo complicó a su amigo
Se trata del caso en el que Thiago Ortíz recibió un disparo en el cuello, quedando al borde de la muerte.
El fin de semana pasado, un joven (Thiago Ortíz) ingresó al hospital Rawson con una herida de bala en su cuello. Allí arribó en compañía de un amigo, Lucas Carbajal, quien aseguró haberlo encontrado en ese estado en la vía pública. Sin embargo, las autoridades encontraron sangre y pólvora dentro de su vivienda.
Fue en horas de la tarde-noche del pasado lunes 7 de abril cuando desde la UFI Delitos Especiales trabajaron en la vivienda donde todo sucedió. Se trata de la casa situada al 350 de la calle Manuel Quintana, dentro del barrio Güemes.
Cabe destacar que anteriormente ya habían ingresado a la morada, hallando manchas de sangre en el suelo de una habitación y en algunas paredes. Sin embargo, en esta ocasión pudieron terminar de confirmar que el disparo se efectuó dentro de la casa.
Esto se debe a que los peritos utilizaron luminol, comprobando que en el mencionado cuarto había restos de pólvora. No obstante, es importante recordar que el arma utilizada todavía no ha sido encontrada y se debe determinar quién la accionó, ya que en el lugar había familiares de Carbajal cuando todo ocurrió.
¿Por qué este hallazgo complica al amigo de Ortíz?
Lucas Carbajal cada vez queda más en el ojo de la tormenta mientras avanza la investigación. Él había declarado ante las autoridades que encontró a Thiago tendido en la vía pública, ya con la herida de bala, y que luego de esto lo trasladó en remis hasta el hospital.
Esta versión ya se había puesto en duda cuando fue entrevistado el remisero que los llevó. Se trata de Carlos Silva, quien manifestó que fue al domicilio a llevar a una mujer que iba a buscar a una amiga a bailar. Allí vio gente en la puerta y escuchó una discusión seguida de un disparo.
Posteriormente, Silva remarcó que aparecieron 3 personas con el herido, pero él les dijo que no cabían. Algo que se contradice totalmente con las palabras de Carbajal. Finalmente, con el hallazgo de restos de pólvora, sumados a las manchas de sangre que alguien intentó limpiar, está prácticamente demostrado que el joven que está detenido mintió desde un principio.