A solo horas de conocer su destino judicial, el funcionario Mario Parisi, acusado de violencia de género por su expareja, expresó ante la prensa: “Ya tengo una condena social”. Estas fueron sus palabras tras el cierre de las audiencias en el juicio que lo acusa de maltrato hacia María Fernanda Sánchez, una relación que ha sido el centro de atención durante dos semanas en la sala 9 del Palacio de Tribunales de San Juan.

Este viernes, la jueza Silvia Parra dará a conocer el veredicto que decidirá el futuro de Parisi, pero antes de esa resolución, el acusado decidió pronunciarse, destacando la repercusión que ha tenido su caso a nivel social y profesional. “Soy inocente y así lo ha demostrado mi defensa. He sufrido una condena social no solo en San Juan, sino también en el ámbito académico a nivel nacional e internacional”, manifestó Parisi, quien ha sido profesor de posgrados y ha tenido contacto con juristas de países como Costa Rica, Chile y Uruguay.

El funcionario también insistió en la falta de pruebas que sustenten las acusaciones en su contra: “Una fractura que jamás existió fue difundida de manera irresponsable, afectando mi reputación”.

Silvana Salas, abogada defensora de Parisi, también ofreció declaraciones ante los medios, subrayando que la denuncia en contra de su cliente carece de fundamentos sólidos. “Hemos señalado múltiples contradicciones en el relato de la denunciante. El arma mencionada nunca fue secuestrada, no se ha acreditado un círculo de violencia, y no existe un diagnóstico de estrés postraumático”, afirmó Salas.

La abogada además apuntó hacia lo que considera el verdadero móvil detrás de la denuncia: “El propio móvil lo introduce la denunciante en un mensaje aportado como prueba, donde textualmente expresa que Parisi ‘no se la va a llevar de arriba’. Esto evidencia una venganza planeada”, afirmó Salas, refiriéndose a mensajes extraídos del teléfono de la denunciante que, según la defensa, demuestran una campaña para perjudicar al acusado.

Finalmente, Salas espera que el veredicto no solo traiga justicia para su defendido, sino que también marque un precedente sobre el uso responsable de las denuncias de violencia de género. “Esperamos que este caso sirva como ejemplo y que las mujeres que realmente son víctimas puedan utilizar este recurso de manera adecuada”, concluyó.