En el marco del caso de la amenaza de bomba realizada en el Centro Cívico, el abogado defensor de Eduardo Bazán, Jorge Gil, brindó declaraciones en Más Allá de la Noticia, en las que cuestionó la falta de pruebas contundentes en su contra.

Gil enfatizó que, "según la teoría de la defensa, su cliente no posee el perfil psicológico para cometer este tipo de delitos complejos". Argumentó que la amenaza de bomba fue una acción sin mayor trascendencia y que el proceso judicial está en pleno funcionamiento, con la colaboración y el acuerdo en algunos aspectos por parte de la defensa y la fiscalía.

En cuanto a la medida de prisión preventiva impuesta por el juez, Gil expresó su desacuerdo y la consideró como "un castigo anticipado", ya que considera que su cliente no cuenta con los recursos económicos ni la posibilidad de darse a la fuga.

Respecto al peritaje de los celulares de Bazán, el abogado señaló que, si bien su cliente tenía 11 dispositivos en su posesión, no constituye un delito. Además, mencionó que están a la espera de los "resultados de este peritaje" y confían en que "no arrojarán pruebas suficientes para incriminar a Bazán en el delito de amenaza de bomba".

 Jorge Gil destacó la falta de evidencia contundente que vincule a su cliente con la amenaza de bomba y expresó su confianza en que el proceso judicial demostrará su inocencia.