Este viernes, comenzó un juicio en Flagrancia que tiene en la mira a Francisco Rosales. Este sanjuanino protagonizó un violento hecho en Albardón. Él fue aprehendido tras intentar robar una moto. A la vez agredió a policías durante su detención e intentó huir al frente de un móvil policial. 

En la audiencia, no se llegó a una conclusión, por lo que se determinó pasar a un cuarto intermedio por Junta Médica Interdisciplinaria a Cargo de Personal de la OMA de Flagrancia y la prisión preventiva en Servicio Penitenciario Provincial de Rosales. 

De acuerdo con lo que informaron fuentes judiciales el hecho ocurrió el pasado martes, cuando un vecino de Albardón, denunció que un sujeto ingresó al garage de su vivienda y se llevó una moto Honda BROS NRX 125. Acto seguido, el damnificado lo persiguió y logró recuperar su vehículo. 

Al regresar a la casa, advirtió de lo sucedido a un efectivo policial. El policía entrevistó a tres hombres, siendo uno de ellos el protagonista del intento de robo. Este se ofuscó e intentó huir, pero lo detuvieron a escasos metros.

En este contexto, el sospechoso comenzó a lanzar golpes de puño y patadas que impactaron en el cuerpo del personal policial, causándoles lesiones. Después llegaron refuerzos policiales y lograron la reducción de Rosales. El aprehendido fue ingresado esposado en el móvil policial. Pero cuando están generando el procedimiento de rigor, no dejaba de proferir insultos y agresiones. En un momento comenzó a dar fuertes golpes con su cabeza a la ventanilla trasera derecha del móvil policial, por lo cual el Agente Navarro (que se encontraba al volante del mismo), desciende, da la vuelta y abre la puerta trasera derecha, procediendo a bajar el vidrio mientras le decía a Rosales que se calmara.

Abierta la ventanilla, cierra la puerta y es en este instante que advierte que el detenido se había soltado de una de las esposas. Este se incorpora pasando entre los asientos delanteros y procede a accionar el cierre centralizado, trabando todas las puertas del automóvil y se sienta en el asiento del conductor, apoderándose por completo del móvil policial. El agente al advertir tal accionar, intenta abrir la puerta, pero le fue imposible.  El malviviente aceleró el vehículo y salió violentamente marcha atrás perseguido por los efectivos policiales, dando un giro de ciento ochenta grados en el espacio que se genera en la unión de las calles.

Cuando estuvo a punto de llevarse el móvil policial, Navarro, quien iba forcejeando con Rosales dentro del vehículo, consiguió alcanzar la llave de contacto y detener el motor del vehículo. Allí abrió el cierre centralizado, lo que permitió a los demás policías proceder a la reducción de Rosales que no dejaba de agredirlos con golpes de puño y patadas.  Una vez que el detenido se encontró en aparente estado de calma fue trasladado al Hospital departamental de Albardón.