El hecho se dio este domingo a primera hora de la mañana, cuando el taxista que llevaba a los delincuentes advirtió que lo que habían cargado en su auto podría ser robado y los llevó a la Comisaría 17. Se trata de una mujer de apellido Aracena, quien estaba acompañada de un menor de edad que quedó en libertad.  

El taxista, de apellido Robledo, se encontraba trabajando, pasadas las 7:00 de la mañana, en el departamento de Chimbas. Circulaba por calle Necochea hasta llegar a calle Centenario, donde una mujer lo frenó para subirse al vehículo. El dueño del auto se sorprendió por la rareza de objetos que la mujer estaba introduciendo en su baúl. Entre ellos habían algunas prendas de ropa, un bolso grande y un pájaro en una jaula. 

Además de los objetos extraños que introdujo la mujer al vehículo del taxista, lo que le llamó la atención al conductor fue que la mujer llamó a un joven de un grito, el cual salió de una casa y se cruzo por la reja para subirse después al vehículo con una aspiradora en la mano. Ambos pasajeros solicitaron que los llevaran a calle 25 de Mayo y Maradona, pero el taxista los llevó directamente a la Comisaría 17 donde informó al personal policial de la situación. 

Una vez en la Comisaría, personal policial detuvo a la mujer y puso al menor a disposición del Juzgado Penal de la Niñez y Adolescencia. 

Finalmente, ante intervención del ayudante fiscal, Fernando Bonomo y la agente fiscal en turno, la Dra. Paula Carena, iniciaron la investigación del caso y dieron intervención de la U.F.I de Delitos contra la propiedad. Fiscalía decidió que la mujer no irá al penal, pero que deberá pagar una reparación simbólica de $8.000, destinado a merenderos y tendrá que realizar trabajos comunitarios por 50 horas en un plazo de 5 meses