Desde hacían algunos meses que se vivía un clima tenso y de conflicto en la comunidad educativa del jardín de la Escuela Normal Sarmiento. Esto se debe a que supuestamente una niña aseguró que un portero la espiaba cuando entraba al baño. A partir de ese momento se radicó una denuncia y se separó del cargo al acusado. Ahora, después de desarrollar la investigación, se concluyó que el hombre no cometió ningún delito.

Todo comenzó a finales del mes de septiembre cuando algunos docentes de la institución vieron a una alumna de 5 años actuando de forma extraña. La pequeña iba seguido al baño y se dieron cuenta que cada vez que ingresaba a los sanitarios, empezaba a mirar por debajo de la puerta. En ese contexto la criatura le comentó a sus padres que tenía miedo de ir a hacer sus necesidades, ya que el hombre que se encargaba de la limpieza la espiaba.

A partir de esta situación se generó un escándalo que derivó en un fuerte reclamo de los padres del curso de esta niña. Sumado a esto, llegaron a escrachar en múltiples ocasiones en las redes sociales a esta persona, acusándola de haber cometido un abuso sexual. Posteriormente el hecho se formalizó cuando los progenitores de la supuesta víctima presentaron una denuncia en ANIVI el 29 de septiembre según lo que informó Tiempo de San Juan.

El caso quedó en manos de la fiscal Ingrid Schott, quien empezó a desarrollar la investigación preliminar. En ese marco ella le solicitó al Dr. Abelín Cottonaro, juez de Garantías, que le permita realizar una Cámara Gesell a la menor para escuchar su declaración. El pedido fue aceptado y la audiencia videograbada se dio con la presencia del propio magistrado, de la fiscalía, de profesionales psicólogos y de la defensora del portero, Sandra Leveque.

Durante esa entrevista la niña nunca mencionó al hombre acusado, ni tampoco habló acerca de estas supuestas situaciones incómodas en los baños. Ella no sólo no señaló a este hombre, sino que directamente nunca dijo que alguien la espiara en los sanitarios. Sumado a esto, los psicólogos concluyeron que ella se expresaba con normalidad sin mostrar angustia o algún signos de haber sufrido un hecho sexual. Por este conjunto de situaciones, la cusa fue desestimada y archivada ya que no señales de que se haya cometido algún delito.