El martes, un aberrante caso de abuso salió a la luz y provocó conmoción en San Juan. Vecinos del barrio Manantiales apedrearon la vivienda de un hombre acusado de violar a su nieta desde los 8 hasta los 11 años.

Noelia, la mamá de la niña, contó a Canal 13 detalles escalofriantes de la historia y el sufrimiento de su hija. Según su testimonio, el último abuso ocurrió en enero de este año en Chile, durante las vacaciones familiares en las que el abuelo dormía con la nena y otra de sus nietas en la misma habitación. Allí habría aprovechado para cometer las agresiones.

Sin embargo, el calvario de la nena se remonta al año 2017 cuando tenía apenas 8 años y comenzó a sufrir los ataques de su abuelo paterno.

La mamá comentó que descubrió la situación a raíz de los cambios y trastornos que notó en su hija. "Notaba muchos cambios de humor, la veía nerviosa, no dormía en la noche, se levantaba al baño cada vez que comía. En un principio pensé que era una enfermedad de trastorno alimentario, pero mi intuición de madre me decía que pasaba algo más", dijo. Y agregó que las sospechas crecieron cuando se dio cuenta que cada vez que la niña volvía de la casa del abuelo, lo hacía con regalos, dinero, ropa y hasta un celular. Sin embargo, el hermanito de la víctima no recibía el mismo trato.

Fue en el mes de febrero que la pequeña se animó a contar lo que estaba sufriendo. Tras un almuerzo familiar, intentó ir al baño pero su mamá no la dejó y le preguntó qué le pasaba. En ese momento se descompensó y cuando la reanimaron confesó el aberrante calvario. 

Primero le dijo que su abuelo había abusado de ella en las vacaciones. Ante esta situación, la mamá realizó la denuncia en el Centro ANIVI el 5 de febrero. El 16 de marzo, la nena tuvo una primera declaración testimonial en la que contó parte de los hechos, relató Noelia.  

Después de eso la causa quedó estancada y los trastornos que sufría la pequeña eran cada vez peores. "Sufre ataques de pánico, se queda paralizada con ciertas situaciones, tiene crisis de llantos", comentó la madre. Actualmente, la nena se encuentra bajo tratamiento psicológico.

El 14 de abril, la niña volvió a hablar con su mamá y le confesó que sufría los abusos de su abuelo desde los 8 años. "Fue muy difícil porque cuando sucedió todo esto pasaron situaciones familiares muy fuertes. En un principio el padre no le creía a la hija lo que había contado. Pero ahora si", señaló la mujer. 

Sobre el acusado, dijo que tiene entre 74 y 76 años. "Es una persona consiente con todos sus sentidos, independiente, no tiene ninguna enfermedad ni nada", indicó. Además, contó que en el barrio se conoce que habría otra víctima del hombre. Se trata de una vecina que sufrió las agresiones cuando era menor pero actualmente es mayor de edad y no se animó a denunciarlo.

El abuelo acusado fue escrachado y realizaron una protesta en su casa

Además cree que otra nieta del sujeto también habría sufrido abusos durante las vacaciones. La mujer contó que sospecha eso porque la niña comenzó a hacerse pis encima cuando dormía con sus padres.

Noelia sostuvo que durante 9 meses llevó este calvario a cuestas en silencio porque no quería exponer a su hija y a su familia. Sin embargo, ante la falta de respuestas de la Justicia, decidió hablar. El caso primero se viralizó entre los vecinos del barrio Manantiales quienes organizaron la protesta del martes. Esa noche terminó en un escrache y un ataque a pedradas al domicilio del acusado que no se encontraba en el domicilio.

A raíz de ello, el 2° Juzgado Instrucción a cargo de la doctora María Gema Guerrero ordenó avanzar con la causa. De inmediato, el Centro ANIVI citó a la mujer y a su hija este jueves para abordar la situación, según contó la mamá. También se quejó porque no tuvo asistencia y contención por parte del sistema judicial.

"Es imposible que en 9 meses, con dos denuncias realizadas, con años de abusos por parte de este hombre no lo llamaron ni a declarar. Es lo mínimo que debería hacer la justicia. Se que va a tener beneficios por la edad, por el Covid-19, pero tienen que hacer algo para que no siga robando infancias", manifestó Noelia. Y agregó que "es una injusticia que , que vive a una cuadra de la casa de la víctima, "se pasee como si nada" por la calle y por su casa. 

Por último, la mamá de la nena dijo que por el momento no tiene abogado para afrontar el caso: "Me da impotencia que si uno no tiene no tiene un buen recurso para un buen abogado no va a tener justicia". 

Si bien en un primer momento fue asesorada por un letrado, decidió renunciar a su defensa y acudió a Defensoría del Pueblo. Allí le asignaron como defensora a Mónica Seffair pero dijo que todavía no tuvo contacto con la letrada que se encuentra con licencia. 

Además, contó que la secretaria de la abogada le informó que aun no tuvieron acceso al expediente. Ante esta situación, deberá decidir si continúa con la defensa asignada o cambia de abogado.