La principal sospecha es que aprovechó que su hija estaba sedada y la violó. Pero esa teoría y hechos deberán ser comprobados en la Justicia. Mientras tanto, pasará medio año detenido al tiempo que se desarrolla la investigación.

El hecho sucedió el último día de enero de este año, pero recién esta semana se dio la captura del acusado, quien se mantenía prófugo del hecho que se le imputa: nada menos que violar a su propia hija que estaba bajo efectos de sedantes.

Según el relato sobre la acusación al hombre de 57 años, en la casa que compartía junto a su hija y nietos, en horas de la madrugada sucedió el abuso. Es que la mujer padecía trastornos psiquiátricos y depresión, lo que la llevaba a tomar tranquilizantes. Esa noche decidió aplicar una doble dosis de psicofármacos que la sedaron de más.

En medio de la madrigada, el hombre habría ingresado a la habitación en la que dormía la hija, quien comenzó a sentir que la tocaban, le quitaban la ropa y empezaron a violarla. Bajo los efectos de la medicación, pudo despertar e increpar a su padre, quien salió de la habitación y se fue a vestir a la cocina, relata Diario de Cuyo.

Ella también se vistió y fue hasta la cocina a interrogar a su padre, quien le dijo ‘No sé que me pasó, se me metió el diablo en la cabeza’, señala el relato. En ese momento la mujer se desplazó hacia la casa de una hermana que vive cerca y de allí a la comisaría. En el camino el hombre le insistió para que desista de hacer la denuncia, algo que ocasionó que la mujer desistiera.

Pero esa actitud fue en el momento de lo acontecido y aún sin lucidez plena por los medicamentos ingeridos. Al día siguiente, ya sin efecto de psicofármacos, la mujer tomó la determinación de ir a denunciar a su padre, quien desde ese entonces se mantuvo prófugo.

Finalmente, este martes pudieron detenerlo luego de meses de intento para concretar el encierro. La jueza de Garantías, Flavia Allende, adhirió al planteo de Fiscalía, le imputó el delito de abuso sexual con acceso carnal agravado, le dictó prisión preventiva por 6 meses y como medida ordenó un cotejo de ADN entre restos genéticos extraídos de la denunciante con muestras del changarín, padre de la denunciante.