Visitó Canal 13, el profesor y doctor en Historia, Federico Asís González, quien a través de sus conocimientos y en comunicación con el periodista Ernesto Lloveras contó los detalles que atañen a la Fundación de la provincia de San Juan.

Ernesto Lloveras: - En la ciudad medieval siempre vemos lujos que presentamos a los niños en los colegios. Ya hemos visto algunos recuadros con unas manzanitas allí dibujadas, lo que representa información.

Federico Asis: - Exacto, ver lo que ponen en los espacios nos da la información de cómo vivía la gente y cómo entendía su lugar en el mundo. Da la impresión de que la ciudad medieval, era orgánica y crecía con el terreno.

En San Juan es una regla eso de norte, sur, este y oeste, esto tiene que ver con una revisión que hicieron los hombres de fines de la Edad Media y principios de la edad moderna, ocupar espacios de manera más racional y eso lo trajeron de los romanos acá. Pero detrás de esa máscara que uno puede ver que se encuentra en el acta de la Fundación de San Juan. Tenemos un montón de elementos medievales, que estaban en la cabeza De Juan Jufré.

EL: - El mandato divino.

FA: - Exacto, podemos ver el mandato divino en el propio escudo de Juan Jufré. En la parte inferior donde está la descripción de lo que se hizo, el escudo tiene un ángel, tiene una espada en su mano y dice superbos lario premio fideli, eso quiere decir que con la espada Dios está premiando a los superbos, es decir a la gente superior, los aristócratas, como él se consideraba.

Y esa idea de que hay gente de diferente condición por el nacimiento, está presente desde la fundación, porque dice Jufré: pregunté a los que estaban presentes, caballeros, soldados y población O sea primero los hidalgos como era él, así es que la mentalidad medieval está atravesando toda la organización del primer San Juan.

EL: - Se puede decir que es una ciudad de gestos.

FA: - Sí, claramente los gestos están atravesando el propio acto de fundación. Porque pensemos que el hombre medieval es un hombre propiamente de gestos. La palabra escrita venía a dejar constancia de algo que se había hecho visualmente antes, había que verlo y vivenciarlo.  Y ahí dice: Jufré: primero anduvo por el lugar, conoció el valle, eligió un lugar con sus propias manos y colocó un árbol de Justicia para que siempre haya justicia el rey en el lugar que sería la plaza principal.

Después colocó una cruz con sus manos nuevamente donde iba a estar la iglesia matriz, la mayor de la ciudad. Es decir, que él con su propio cuerpo está mensurando el espacio, dividiendo lo que era la nada, porque nosotros cuando vamos al campo que decimos: ‘estamos en el medio de la nada’.  Si no hay una ciudad, para el hombre medieval es la nada, no hay nada referencia.

EL: - Es un lema, inclusive en el escudo.

FA: - El famoso superbos, que Jufré allí está colocando como lema propio, pero nos está hablando de una mentalidad, es decir, él se consideraba el hombre que llevaba la cristiandad, que llevaba el mandato.

Pensemos que los hombres de la Edad Media española, castellana, son hombres de la llamada Reconquista avanzan contra el infiel, o sea el islam. Pero cuando aquí no había islam y el papa reconvierte al infiel como el indígena no convertido. Entonces el famoso Santiago Matamoros de los españoles, acá pasa a ser Santiago Mataindios. Los hombres castellanos venidos a América, llevan esa misma idea de la fe. En el acta fundacional de San Juan dice: funde la ciudad para encomendar a los indios y enseñar y adoctrinarlos en la fe de la Santa Iglesia Católica, los primero era llevar la fe mover mi cristianismo hasta el último confín del mundo

EL: - ¿Cómo fue la relación de Juan Jufré, sus tropas, la gente, con los aborígenes de aquella época?

FA: - Evidentemente era una relación sumamente desigual y autoritaria. Si nosotros vemos el motor por el cual, según algunos historiadores dedicados al americanismo, se llegó a Cuyo, vemos que lo hecho por Santiago era para asegurar supervivencia, además de mano de obra barata.

Pero hay que entender también que, no consideraron que fueran animales o algo por el estilo. La reconversión del indígena a la cosmovisión del español era que eran menores de edad, que no habían sido llevadas a la madurez y el español tenía la obligación de educarlos en la fe. Y dice el acta fundacional que, también educarlos políticamente, enseñarles a vivir en la polis, en la ciudad para ser un hombre completo, decía Aristóteles que el hombre era un animal político.

EL: - Federico, sos docente universitario y quería preguntarte a nivel educativo, ¿se enseña bien a los chicos de San Juan? Sobre todo el 13 de junio, siempre están los actos, los docentes, las maestras, la directora pero ¿realmente se dice lo que pasó, se sacan los datos concretos, se aprende bien lo que fue de la historia?

FA: - Es difícil de llevar, porque cada persona que se para frente al alumnado, lo hace digamos… ‘cada maestrillo lleva su librillo’ como dicen los españoles.

Pero considero que muchas veces la historia se enseña de una forma anecdótica, cómo el acto  de decir: ‘Juan Jufré llegó y los indígenas’, de una forma caricaturesca, indicando las cosas, Está bien como un primer conocimiento de las cosas, como la primaria sobre todo, pero conviene problematizar estas mentalidades que esta gente traía.

Estas ideas que la gente tiene es bueno problematizarlas, para que los chicos del secundario puedan enriquecer un poco, que no parezcan robots. Pensemos que cuando San Juan se funda hacía 70 años que se había conquistado Granada en el sur de España, es decir, estamos prácticamente terminando un mundo muy antiguo, medieval y empezando un mundo moderno que es el nuestro.

Nosotros estamos en esa mezcla de tiempo, entonces quizás trayendo ese tiempo al nuestro, complejizándolo sería una forma de que les llegue más allá de un cuentito o una cosa de memoria, saber dónde vivimos, porque vivimos aquí.

EL: - Federico y ¿cuál es tu opinión respecto a la historia negra en relación a la conquista, del descubrimiento? Porque existe quienes hablan de la mano dura y con sangre entraron a la región cuando acá había culturas, había otro idioma, toda una infraestructura que luego colapsaron o las destruyeron, ¿cuál es tu opinión?

FA: - Por un lado, pensemos que el tema de la leyenda negra fomenta en su momento en el conflicto entre protestantes y católicos, los países bajos Holanda y está Inglaterra, una interpretación de la empresa española. Pero como todo historiador siempre hay que jugarse con el tema del anacronismo de forma peligrosa, es decir, obligar a la gente a pensar como pensamos nosotros.

Esta gente del mundo medieval está curtida, pensemos de esta forma en confrontación con lo diferente, es decir ellos están llamados por su Dios a llevar la fe y someter. Y el que no se convierte no es que es diferente, es un hereje, ‘no se puede ser de diferente religión, no se puede ser ateo’, ni en la Edad Media, ni en la Modernidad.

Entonces esta gente hace lo que hace, porque piensa como piensa. Nosotros hasta hace 50, 70 años determinadas acciones las considerábamos normales y ahora decimos que barbaridad, como podemos hacer esto, con las mujeres, con los niños, con los viejos, con quien fuere.

Entonces yo creo que la riqueza está en comparar y no decir esto es una porquería y nosotros vivimos mejor. Ver que cosas estaban mejores en esa época o peor. Ni siquiera poner categorías entre mejor o peor, complejizar y conocer, es decir, diferentes mundos. Por ejemplo, comprender como se vivió en esa época y decir yo no quiero eso. Considero que este es el tratamiento que debe darse ante lo diferente.

EL: - Por último, con respecto a estos 462 años, ¿hay que celebrarlos, hay que conmemorarlos, hay que darle mucha importancia o pasarlos rápido como un hecho histórico, que no nos toca muy de cerca o porque fueron extranjeros, ¿cómo hay que celebrarlos?

FA: - Considero que, en el caso americano, es muy complicado hablar de una extranjería y una autoctonía puras. Porque nosotros somos inevitable mezcla para algunos, porque hay una fusión, pero en realidad conviven muchas mentalidades y cosmos.

Creo que la conmemoración del pasado es una forma de traerlo al debate. Si lo vamos a conmemorar y decir ‘uh que bueno o que malo fue Juan Jufré y nada más’, no vale de mucho. Pero si a esa fecha la utilizamos para conocer una tradición que habla de un San Juan anterior incluso a la República Argentina, porque San Juan es infinitamente más antiguo que la Argentina, enriquece también nuestra memoria histórica.

Los pueblos de otros países, complejizan el pasado y hablan de las diferentes tradiciones. Conviene conservar todo lo que se pueda de un pasado, siendo que en San Juan poco y nada queda en cuanto a lo material.