El Papa no pudo oficiar la misa de Vigilia Pascual por un dolor de rodilla
Padece una gonalgia por artrosis que le ha obligado a modificar sus planes en Semana Santa, como desestimar su participación en el tradicional Domingo de Ramos la semana pasada. Se vio limitado a leer la homilía y bautizar a un grupo de personas sentado en un sillón.
La celebración de este sábado, la misa de Vigilia Pascual, se vio afectada por un fuerte dolor en la rodilla que sufrió el Papa Francisco. El sumo pontífice se vio limitado a leer la homilía y bautizar a un grupo de personas sentado en un sillón.
El representante de la Iglesia Católica padece una gonalgia por artrosis que le ha obligado a modificar sus planes en Semana Santa, como desestimar su participación en el tradicional Domingo de Ramos la semana pasada. Este hecho tiene su antecedente en el año 2005 cuando el papa Juan Pablo II tampoco pudo dar la ceremonia de la Vigilia Pascual, a la que asistieron 6.000 personas, debido a su enfermedad.
Si bien Francisco estuvo presente, fue el decano del Colegio Cardenalicio, el cardenal italiano Giovanni Battista Re, quien tuvo que oficiar por el papa, que se quedó sentado. En la lectura de la homilía, el Pontífice señaló que a Dios no se le puede "encasillar" en los "esquemas" humanos. A la vez que instó a no buscar su apoyo solo "en la emoción pasajera" o en el "momento de la necesidad".
"Resucitemos a Jesús, el Viviente, de los sepulcros donde lo hemos metido, liberémoslo de las formalidades donde a menudo lo hemos encerrado", exclamó. El papa tampoco pudo postrarse en el suelo como es costumbre por la “Pasión del Señor” el pasado viernes, cuando la Iglesia recuerda el calvario y muerte de Cristo en la Cruz.