El hecho se dio en una clínica de Sagamihara en Tokio, Japón. El hombre en cuestión se llama Satoshi Uematsu y actualmente tiene 30 años. Sin dudas la matanza que llevó a cabo, está considerada como una de las peores masacres de la historia del país asiático.

El hecho se dio el 26 de julio del año 2016. Tiempo después se descubrió que Uematsu planeó con antelación este crimen, ya que se encontraron una serie de cartas que él le había escrito a la cámara baja del parlamento japonés, en la que informaba que tenía la idea de asesinar a cientos de personas que tuvieran alguna discapacidad.

Además, el asesino estuvo durante 12 días internado a la fuerza en un hospital, porque le contó sobre este plan a unos amigos. Sin embargo, esto no sirvió de nada ya que un médico de esta institución le dio el alta por no considerarlo una amenaza para la sociedad.

En el escrito anteriormente mencionado, el delincuente marcó dos objetivos, la clínica en Sagamihara y otra clínica especializa, a la que afortunadamente no pudo llegar. Una vez llegado el día establecido, Uematsu se dispuso a ingresar a la clínica en la que él trabajo unos meses atrás, con un solo objetivo: asesinar al mayor número de personas posible.

Una vez satisfecho, luego de dejar un saldo de 19 muertos y 26 heridos, el homicida se decidió a llevar sus cuchillos ensangrentados a la comisaría más cercana para entregarse y confesar el terrible crimen que había realizado.

Una vez detenido, el caso se hizo increíblemente conocido en Japón, ya que este tipo de casos no son muy habituales en dicho país. Esto provocó que la prensa estuviera muy atenta al caso, hasta el punto de que algunos medios consiguieron realizarle un reportaje al asesino.

En dichas entrevista el criminal dejó frases que hacen notar como funciona su cabeza, las declaraciones que más impactaron al mundo fueron: "Tenía que hacerlo por el bien de la sociedad" y “Lo hice lo mejor que pude”, demostrando que  no siente ni una pizca de arrepentimiento.

Si bien ya pasaron casi 4 años del trágico hecho, recién el pasado lunes 16 de marzo la justicia japonesa decidió que sentencia le tocará a Satoshi. El juez Kiyoshi declaró: "Le quitó la vida a 19 personas. Es extremadamente grave lo que hizo”, acto seguido se dispuso a declarar que se había tomado la decisión de que Uematsu sufriera la pena de muerte. Sin dudas esta era la pena que la mayoría de los familiares de las víctimas estaba esperando.