Una suerte de milagro se produjo recientemente en un hospital ubicado dentro de Georgia, en Estados Unidos. Lo que sucedió fue que una mujer que estuvo en coma inducido por 40 días tras dar positivo de coronavirus, se despertó cuando sus familiares y los profesionales ya habían decidido desconectarla.

Se trata de Lisa Martin, una mujer de 49 años de edad que estuvo al borde de la muerte. La norteamericana estuvo internada durante 40 días en el hospital Memorial Santilla de Georgia, luego de que su estado de salud se complicara considerablemente tras contagiarse de Covid 19.

Martin comenzó a sentir un fuerte dolor en sus pulmones, por lo que acudió a la sección de Urgencias de este centro asistencial. Si bien pensó que sólo estaría por un par de horas, los profesionales de la salud que la atendieron determinaron que era necesario someterla a un coma inducido y conectarla a un respirador artificial.

Lamentablemente esto no la ayudó y continuó desmejorándose con el paso del tiempo. Esta máquina no lograba satisfacer su necesidad de oxígeno. Ante esta situación entre Jeff, esposo de la paciente, y los trabajadores de la salud habían acordado desconectarla porque ya no había nada más por hacer.

Sin embargo, justo el día en que se iba a realizar la desconexión este hombre ingresó a la habitación donde se encontraba su esposa y la encontró con los ojos abiertos. Su amada comenzó a seguirlo con la mirada y segundos después comenzó a mover una de sus manos. Los médicos no lo creían cuando lo vieron, pero al revisarla determinaron que estaba apta para irse del hospital y recuperarse en su casa.

A raíz de esto Martín abandonó el nosocomio y se retiró a su domicilio. No obstante esto no quiere decir que se encuentre en óptimas condiciones, ya que depende de un tubo de oxígeno las 24 horas del día. Sumado a esto debe caminar con un andador o con una silla de ruedas. Sin importar estas complicaciones, el hecho de que este viva es considerado un milagro.