Ante el avance del coronavirus en el mundo el Papa Francisco pidió que los gobiernos defiendan a la población y advirtió sobre el riesgo de que ocurra un “genocidio virósico” que se daría en caso de que las autoridades prioricen la actividad económica en lugar del cuidado de la salud.

En una carta dirigida al juez porteño Roberto Andrés Gallardo, presidente del Comité Panamericano de Jueces por los Derechos Sociales, el religioso mostró su preocupación por "el crecimiento, en progresión geométrica, de la pandemia".

"Estoy edificado por la reacción de tantas personas, médicos, enfermeras, enfermeros, voluntarios, religiosos, sacerdotes, arriesgan su vida para sanar y defender a la gente sana del contagio", sostuvo Jorge Bergoglio en la misiva.

En la carta manuscrita, Francisco destacó que "algunos gobiernos han tomado medidas ejemplares con prioridades bien señaladas para defender a la población" y reconoció que  "es verdad que estas medidas 'molestan' a quienes se ven obligados a cumplirlas, pero siempre es para el bien común y, a la larga, la mayoría de la gente las acepta y se mueve con una actitud positiva".

"Los gobiernos que enfrentan así la crisis muestran la prioridad de sus decisiones: primero la gente. Y esto es importante porque todos sabemos que defender la gente supone un descalabro económico", opinó el líder católico.

Bergoglio destacó la importancia de prepararse para”el después es importante. Ya se notan algunas consecuencias que deben ser enfrentadas: hambre, sobre todo para las personas sin trabajo fijo (changas, etc), violencia, la aparición de los usureros, (que son la verdadera peste del futuro social, delincuentes deshumanizados), etc", enumeró.

Ya el viernes pasado el religioso argentino presidió un histórico rezo en soledad en la Plaza San Pedro. Allí el líder aseguró que "nadie se salva solo" de la pandemia y aseguró que están  "todos en la misma barca" para afrontar la situación.