El Papa Francisco continúa con un "leve resfrío" que tras tres días lo obligó a suspender un retiro espiritual de una semana que debía empezar este domingo con la Curia romana.

"Lamentablemente el resfrío me obliga a no participar este año. Seguiré desde aquí las meditaciones", anunció Jorge Bergoglio al recitar el tradicional Ángelus dominical desde la Plaza San Pedro.

Esta fue su primera aparición pública desde el pasado miércoles, ante un número de fieles notablemente menor al habitual ya que son muchos los que temen por la propagación del coronavirus.

En medio de la oración del Ángelus, el Papa debió incluso frenar para toser en dos oportunidades.

La noticia de la gripe de Francisco fue informada por primera vez el pasado jueves, cuando el vocero papal Matteo Bruni confirmó que el Papa canceló un encuentro previsto con el clero de Roma fuera del Vaticano.

Desde entonces, se quedó dentro del Vaticano y mantiene solo las audiencias programadas en su residencia de Casa Santa Marta, además de las misas matutinas.

Este domingo a las 12, el pontífice y unos 50 colaboradores de la curia romana debían viajar a la Casa Divino Maestro de la localidad de Ariccia, a unos 30 kilómetros de Roma, para su semana de ejercicios espirituales finalmente cancelados.