El indignante caso tuvo lugar en Inglaterra. Un jubilado de 84 años recibió la noticia de que tenía una patología extraña en marzo de 2023. Luego de una biopsia se especuló que podría tener “adenocarcionoma diferenciado”, una enfermedad que se desarrolla en el intestino delgado, según informó The Standar.

Dos meses después, los médicos le confirmaron que tenía cáncer y debía ser operado. El equipo médico del Hospital Royal London, le aseguraron que sólo el 10% de las personas que son operadas por la enfermedad muere. 

Finalmente, el jubilado Alan Soane falleció el 26 de junio. El forense Ian Potter comenzó una investigación y revelo que los médicos no le realizaron una biopsia adicional para confirmar la enfermedad, también confirmó que el anciano “murió como resultado directo de complicaciones que le trajo la operación”, afirmó el investigador.

El forense sostuvo que desde el hospital en Londres reconocieron que los médicos se equivocaron en el diagnóstico porque no contaban con un histopatólogo, quien se encarga de estudiar los órganos, tejidos, células y genética para confirmar los casos positivos. Las autoridades del hospital emitieron un comunicado respondiendo a las acusaciones: “Enviamos nuestro más sentido pésame a la familia y amigos de Alan Soane y aprenderemos lecciones de este trágico caso para tratar de evitar que vuelva a suceder”.