El gobierno de Xi Jinping, después de dar a conocer los números de natalidad del año 2023, catalogó como "emergencia nacional" la situación demográfica, y comenzó varias campañas para incentivar a las mujeres a tener más hijos.

Si bien es una situación que se viene repitiendo desde hace unos años, el partido comunista que gobierna el gigante asiático decidió otorgar beneficios fiscales, dinero en efectivo, o incluso evocar el patriotismo en la población, pero estas tácticas no dieron resultado.

La caída en la natalidad es una amenaza a la estabilidad económica de todos los países, pero China tuvo durante muchos años un severo control de natalidad, imponiendo que las parejas tuvieran un solo hijo, algo que durante muchas décadas llevó al abandono en las calles de muchos bebés, en su mayoría mujeres.

El presidente chino llamó a la población entera a “reorientar” las opiniones de los jóvenes sobre el matrimonio, la paternidad y la familia, promover políticas que ayuden a la población para hacer frente al envejecimiento poblacional. “Debemos contar buenas historias sobre las costumbres familiares, guiar a las mujeres para que desempeñen un papel único en la promoción de las virtudes tradicionales de la nación china,  y crear una nueva cultura de civilización familiar”, afirmó.

 Xi Jinping presidente de China