Las vacunas COVID previenen el contagio de la variante Delta, pero por poco tiempo
Diversas investigaciones analizan el efecto de protección de los inoculantes contra el coronavirus en caso de infección por delta. aseguran que protege contra la propagación, pero por lapsos cortos.
Se trata del primer estudio que analiza en forma directa el efecto de las vacunas contra la variante Delta de SARS-CoV2. La investigación, que aún tiene que ser sometida a revisión de pares, demuestra que las personas infectadas con esta variante (Delta), tiene menos probabilidades de contagiar a quienes han recibido alguna vacuna contra el coronavirus que quienes no la tienen.
Por otro lado, también se comprobó que esta protección decrece luego de los tres meses de recibir la segunda inyección. Estos estudios se dan a partir de múltiples preguntas que surgen de la vacunación masiva, sobre la duración de la inmunidad, sobre la capacidad de frenar la propagación y sobre la necesidad de la una dosis de refuerzo.
Estudios anteriores determinaron que las personas infectadas con variante Delta tienen cantidades similares de carga viral independientemente de que hayan sido vacunadas anteriormente, por lo que representarían el mismo riesgo de contagio. Hay que tener en cuenta que otros estudios revelaron que las personas vacunadas que luego contrajeron Delta tiene menos posibilidades de contagiar: Aunque la carga viral, en comparación con las personas no vacunadas sea similar, las mismas disminuyen más rápido que sin la inmunización del inoculante.
Este estudio se realizó sobre unas 139.164 pruebas de contactos cercanos de 95.716 personas infectadas con SARS-CoV-2 entre enero y agosto de 2021 en el Reino Unido. En aquel momento, Alpha y Delta predominabas en ese país y a pesar de que las vacunas ofrecen cierta protección, la variando Delta resulto res más resistente y muy contagiosa.
Se observó una disminución significativa en la protección de las vacunas contra la variante Delta, en personas infectadas 2 semanas después de recibir los inoculantes de la Universidad de Oxford y AstraZeneca.
Desafortunadamente, el efecto beneficioso de la vacuna sobre la transmisión delta disminuyó a niveles casi insignificantes con el tiempo. En las personas infectadas 2 semanas después de recibir la vacuna desarrollada por, ambas en el Reino Unido. La probabilidad de que un contacto cercano no vacunado diera positivo era del 57%, pero 3 meses después, esa probabilidad aumentó al 67%. La última cifra está a la par con la probabilidad de que una persona no vacunada propague el virus.
Para la vacuna estadounidense Pfizer y la empresa alemana BioNTech, el riesgo de propagar la infección Delta poco después de la vacunación con ese pinchazo fue del 42%, pero aumentó al 58% con el tiempo.