El Gobierno de Venezuela difundió el pasado jueves las primeras imágenes y videos de Nahuel Agustín Gallo, un gendarme argentino detenido en Caracas desde el pasado 8 de diciembre de 2024. En las grabaciones, Gallo aparece en un playón, vistiendo una remera y pantalón celeste, acompañado de otros dos hombres con atuendos similares. Aunque su pareja confirmó que se encuentra en aparente buen estado de salud, las autoridades venezolanas no han proporcionado detalles sobre la fecha ni el lugar exacto del registro.

En respuesta, el Gobierno argentino presentó una denuncia formal ante la Corte Penal Internacional (CPI) por la "detención arbitraria y desaparición forzada" de Gallo. La Cancillería Argentina emitió un comunicado en el que señala directamente al fiscal general venezolano, Tarek William Saab, como parte implicada en este caso.

"La República Argentina informa que ha presentado una denuncia ante la Corte Penal Internacional (CPI) por la detención arbitraria y desaparición forzada del ciudadano argentino Nahuel Gallo, ocurrida el 8 de diciembre de 2024 en la República Bolivariana de Venezuela", indicó el comunicado oficial.

La situación ha escalado en términos diplomáticos y políticos. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, condenó el hecho en sus redes sociales, apuntando contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, y declaró: "Crimen imprescriptible para los autores. No vamos a permitir que el régimen tome de rehén a Nahuel. ¡Justicia ya! O habrá consecuencias."

En paralelo, el presidente argentino, Javier Milei, se reunirá este sábado en la Casa Rosada con el dirigente opositor venezolano Edmundo González Urrutia, en un claro gesto de rechazo al régimen venezolano.

La difusión de las imágenes de Gallo ha generado repercusión internacional, particularmente por la gravedad de las acusaciones que involucran detención arbitraria y desaparición forzada, calificadas como violaciones graves a los derechos humanos.