La tensa relación bilateral entre Argentina y Venezuela desde la asunción de Javier Milei podría experimentar un nuevo giro. Desde la Casa Rosada informaron que desde la semana pasada, seis dirigentes opositores al régimen de Nicolás Maduro han ingresado a la embajada argentina en Caracas, en goteo constante, buscando refugio debido a la persecución política que enfrentan.

El Presidente y su canciller, Mondino, han aceptado la solicitud de asilo de estos seis perseguidos, quienes, en virtud de las leyes internacionales, ahora se encuentran bajo la protección de Argentina. Entre los refugiados ya confirmados se encuentra Pedro Urruchurtu, y se menciona la presencia de Magallí Meda, Humberto Villalobos, Claudia Macero, Omar González, y un sexto dirigente cuyo nombre aún no ha sido revelado.

La Cancillería argentina está trabajando arduamente para garantizar la seguridad y el bienestar de los seis asilados, al mismo tiempo que elabora una estrategia diplomática para facilitar su salida de Caracas hacia Buenos Aires. Sin embargo, esta tarea se presenta como un desafío considerable, dado que Maduro se encuentra en plena campaña electoral y muestra pocas intenciones de ceder ante las presiones de Argentina.

El régimen venezolano ha convocado a elecciones presidenciales con el objetivo de asegurar la victoria de Maduro, bloqueando así la participación de líderes opositores y obstaculizando los esfuerzos de Organizaciones No Gubernamentales (ONG) por garantizar la transparencia electoral.

En este contexto, la principal coalición opositora, la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), ha denunciado obstáculos para inscribir a su candidata, Corina Yoris, en las elecciones. Mientras tanto, Maduro ha formalizado su candidatura para un tercer mandato, lo que refleja una clara asimetría en la lucha política: el régimen protege a su dictador mientras persigue a los líderes de la oposición.

Argentina, junto a Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Paraguay, Perú y Uruguay, expresó su preocupación por la situación en Venezuela, denunciando la imposibilidad de inscribir la candidatura de Yoris y cuestionando la integridad del proceso electoral en su totalidad.

La posición diplomática de Milei, que ha decidido no designar un embajador en Caracas y ha rechazado la estrategia de Maduro en todos los foros internacionales, refleja el compromiso argentino con la defensa de la democracia en Venezuela.